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Tuve la suerte de graduarme con dos títulos en ciencias biológicas. Si bien mis perspectivas laborales no han resultado como esperaba, adquirí una habilidad crítica que me ayudó a ahorrar mucho dinero a lo largo de los años: discernir la realidad de la ficción.

Y muchos suplementos para la salud y opciones de medicina alternativa no son precisamente lo que nos han vendido. Lamento ser portadora de malas noticias, pero algunos de los remedios más populares, si bien tienen propiedades benéficas destacadas, muchas de las que se les atribuyen no corresponden a la realidad. Aquí algunos ejemplos:

  1. Vitamina C
  2. Desintoxicación
  3. Homeopatía

1. Vitamina C

¿Quién no ha escuchado los consejos de amigos y familiares bien intencionados sobre los beneficios de consumir más vitamina C durante el invierno? ¡Todos!

Pero, a menos que seas un pirata propenso al escorbuto con una dieta basada en pan dulce y jamón, consumir en exceso vitamina C no va a ayudarte más. Excepto en casos excepcionales, con una dieta variada, a base de alimentos saludables como carnes magras, vegetales frescos y granos integrales, obtendrás suficientes vitaminas y minerales dietéticos para mantenerte saludable; incluyendo la cantidad necesaria de vitamina C.

Pero entonces,  ¿tomar altas dosis diarias de vitamina C no ayuda a prevenir o acortar los resfriados? Resulta que este es otro mito del cuidado de la salud.

Recientes investigaciones sobre la influencia de la vitamina C y la frecuencia y duración de los resfriados, hallaron que no hay suficiente evidencia científica de que altas dosis diarias de vitamina C tengan un efecto sobre la frecuencia de los resfriados. Se sabe que, en algunos casos acorta un 8% su duración en el transcurso de una semana, lo cual apenas se traduce en 13 horas.

¿Vale la pena? Para mí no. Un tubo de 10 pastillas efervescentes de 500 mg de vitamina C se vende por alrededor de entre $120 y $150; además, ya que es soluble en agua, lo que el cuerpo ya no puede usar (prácticamente todo el tubo) literalmente se tira al inodoro en la orina.  

Resulta que Sheldon Cooper de The Big Bang Theory tenía razón cuando dijo: “Lo que tienes ahí son ingredientes muy caros para dejarlos en el baño…”. 

2. La verdad sobre la desintoxicación

La industria del cuidado de la salud ha querido construir un negocio rentable a partir de la noción que tenemos en el cuerpo toxinas que requieren ser eliminadas. “Toxinas” y “Desintoxicación”: otro gran mito. La verdad es que, literalmente cualquier cosa puede ser una toxina si se consume en grandes dosis; ¡incluso el agua y el aire purificados!

Debido a que “toxina” no es un término bien definido, es fácil engañar a los consumidores desprevenidos para que compren cosas que realmente no necesitan, como bebidas desintoxicantes, complementos nutritivos y hacer dietas imposibles.

Estos productos milagrosos suelen hacer grandes afirmaciones para limpiar y purificar el cuerpo, pero si lo analizas detenidamente, no encontrarás ningún dato específico sobre qué toxinas o qué porcentaje de estas eliminarán. Esto es porque los comercializadores mismos no suelen tener ninguna evidencia científica sobre el tema y, por lo tanto, tampoco tienen idea del efecto que tendrán sus productos.  

El mejor sistema de eliminación de toxinas del mundo es el hígado en combinación con tus riñones. Para mantenerlo saludable, todo lo que necesitas hacer es básicamente mantenerte hidratado, llevar una dieta sana y variada (¿estás viendo una tendencia aquí?) y evitar el consumo excesivo de alcohol.

Hay algunas toxinas, como el plomo o el mercurio, que tienden a acumularse en los tejidos del cuerpo y permanecen fuera del torrente sanguíneo. Para deshacerse de ellas, necesitarás un tratamiento médico especializado que solo puede proporcionarte un profesional. ¡Ninguno de los complementos dietéticos y tés herbales que veas anunciados en la televisión a altas horas de la noche te ayudará a deshacerte de esas toxinas!

3. Homeopatía: ya no es tan popular

La idea detrás de la homeopatía es que las enfermedades pueden tratarse suministrando principios activos que potencien la enfermedad para provocar una reacción natural de defensa en el cuerpo. Este mecanismo, a decir de los expertos en esta materia, termina curando al paciente. Si bien estos son principios con fundamento, las dosis que suministra la homeopatía son tan pequeñas que al final ninguna molécula de la sustancia original llega al producto final y por lo tanto, al cuerpo del paciente.

Así es. Voy a dejar por un momento que asimiles esta información.

Esta verdad, sin embargo, se traduce en las cifras de un gran negocio. Por ejemplo, uno de los principales remedios homeopáticos contra la gripe se vende por alrededor de $400 en Amazon. Los ingredientes activos, extraídos del hígado de pato y cerdo, se envasan en porciones tan pequeñas que el efecto de sanación que se busca es prácticamente imposible que se dé.

En algunas ocasiones, en realidad lo que sana no es el principio activo sino un efecto placebo que estimula al organismo hacia la mejora de los síntomas por pura sugestión.

En muchos países desarrollados (Estados Unidos, la Unión Europea), ya existen leyes y reglamentos que comienzan a limitar el uso de la homeopatía sobre la base de que no existe suficiente evidencia médica de su eficacia y que no existen certificaciones homologadas para los profesionales que la utilizan.

Conclusión: la medicina alternativa comprobada no es alternativa: es medicina

El comediante y escéptico Tim Minchin no podría haberlo dicho mejor: “¿Sabes cómo llaman a la medicina alternativa que se ha demostrado que funciona? ¡Medicamento!”

Antes de comprar cualquier producto milagroso que te promete grandes beneficios, te sugerimos investigar. Asegúrate que es de calidad, que hay una investigación médica detrás y que sus beneficios están confirmados. Por ejemplo, si estás buscando ayuda para controlar tu peso, es posible que te interese utilizar suplementos de proteínas para ayudar a que tu cuerpo fabrique más músculo.

Hay muchas empresas serias que han invertido dinero en investigación y en producir vitaminas, suplementos y complementos alimenticios de calidad con buena reputación y resultados. No te dejes engañar por la publicidad de los productos milagrosos. Es tu salud la que está en juego.