Las aplicaciones gratuitas… ¿son realmente gratuitas?

Merav Ozair, PhD
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Las aplicaciones gratuitas… ¿son realmente gratuitas?

Resumen de 6 segundos: Muchas aplicaciones móviles que se nos ofrecen como “gratuitas”, en realidad no lo son. El costo lo pagas tú, lo pagamos todos en el momento que recopilan nuestros datos personales. Cuando no hay producto, el producto eres tú.

A todos nos encantan las cosas gratis. Todos estamos dispuestos a aceptar casi cualquier cosa que nos ofrezcan si no tiene costo. Muchas aplicaciones se ajustan a esa descripción. Pero, ¿las aplicaciones gratuitas son realmente gratuitas? ¿Alguna vez te has detenido a leer las Condiciones de uso antes de descargarte una aplicación? ¿Sabes exactamente para qué utilizan los datos que registran y si la aplicación es segura o no?

En el momento en que haces clic en “descargar”, tienes acceso a una aplicación aparentemente gratuita. Sin embargo, estás dando a cambio algo mucho más valioso que el dinero: tu información privada. Como dice el dicho, “Cuando no hay producto, el producto eres tú”. En la era de la información, esto nunca ha sido más cierto.

Quizás recuerdes que en 2018 el tema del uso y mal uso de la información personal se colocó en un primer plano de interés a raíz de la divulgación pública de datos sobre las operaciones de Cambridge Analytica-Facebook . Esa fue una información de gran impacto mediático, sin embargo, el problema de la seguridad y la protección de datos lleva mucho tiempo latente.

Para comprender mejor estos incidentes y sus implicaciones futuras, primero debemos comprender el poder de la información y su uso como un bien invaluable.

La información como mercancía

Todas las empresas con las que interactuamos en Internet recopilan nuestros datos. Casi todo lo que hacemos es valioso para ellos. Esto no solamente incluye nuestro perfil, sino también nuestras transacciones, nuestros mensajes, nuestros contactos, las personas que conocemos, los sitios que visitamos y el tiempo que pasamos allí; los lugares en los que hemos estado físicamente y más. Las empresas recopilan, juntan y analizan todo.

Facebook y Google ofrecen servicios gratuitos a cambio de los datos del usuario. El usuario no es su cliente, sino los anunciantes. Ambas empresas ganan dinero recopilando, vendiendo y analizando datos de usuarios, principalmente en nombre de los anunciantes.

En 2017, Facebook generó alrededor de $40 mil millones de dólares en ingresos publicitarios, una cifra que representa casi el 20% del mercado mundial en línea y se espera que crezca en los próximos años. Los ingresos de Google en el 2020 llegaron a un total de $61 mil millones de dólares más que en el 2019.

Y con la inclusión de su red publicitaria, aproximadamente el 90% de los ingresos de la empresa provinieron de la publicidad y del aumento natural del comercio electrónico. Ciertamente, estos números indican que nuestra información ha sido y continúa siendo monetizada en grande. Podemos pensar que obtenemos algo gratis, pero de hecho estamos dando valiosa información personal a las empresas para que la capitalicen.

La publicidad dirigida es solo uno de muchos usos en los que se aplica la información personal. Por ejemplo, el escándalo de Facebook tuvo que ver con algo mucho más significativo relacionado con la orientación de los contenidos de información política.

La creación de perfiles y la creación de modelos analíticos basados ​​en los datos de los usuarios no es algo nuevo. Las empresas han utilizado la ciencia de los datos para desarrollar modelos predictivos del comportamiento de los clientes durante bastante tiempo.

En 2012, una historia sobre una adolescente embarazada hizo titulares cuando Target descubrió que la niña estaba embarazada antes que su padre. Target contrató a un científico de datos, que recopiló información sobre las transacciones, los hábitos de compra y el comportamiento de los clientes de la empresa. Basado en estos datos, se construyó un modelo que podía predecir, con alta probabilidad, si una clienta estaba embarazada o no.

Los riesgos de la personalización

Las empresas también utilizan los datos para la personalización de la información que ven los clientes. A todos nos encanta la personalización, especialmente a los millennials. La información se puede personalizar porque los datos se recopilan, analizan y modelan para ofrecer la mejor experiencia de usuario al cliente.

En segundo lugar, cada vez que visitamos el sitio de cualquier minorista, como Target, Amazon o Apple, dejamos una huella digital. Con esta huella pueden rastrearse todas nuestras actividades, no solo nuestras transacciones. Esto incluye los productos que vimos (pero que no compramos), el tiempo dedicado a cada artículo, la frecuencia de las visitas al sitio, etc.

Debemos tener en cuenta que nuestras actividades en la web se pueden rastrear y analizar, incluso si no hemos firmado un acuerdo que lo permita. A menos que la información esté encriptada para proteger la privacidad o protegida con contraseña para nuestra seguridad, todas nuestras actividades en Internet y aplicaciones son información pública.

Uso de datos éticos frente a no éticos

El incidente de Target puede sonar espeluznante, especialmente para las personas que están inquietas por la idea de que un minorista pueda saber algo sobre una adolescente antes que sus padres. Pero todas las empresas de todos los sectores recopilan y analizan la información de los clientes. Esto incluye minoristas, servicios financieros y empresas de atención médica.

La recopilación de datos no es ilegal ni inmoral. Solo podemos esperar  que las empresas utilicen dicha información de forma ética y no nefasta. O esperar que las leyes nos protejan de ello.

En el caso de Target, la compañía usó datos, pero no los usó indebidamente de manera inmoral. En realidad el verdadero que debería preocuparnos es el robo de identidad.

Aplicaciones y seguridad: el riesgo de robo de identidad

Cuando no prestamos atención a por qué y a quién brindamos nuestra información, hacemos que sea muy fácil para los delincuentes abusar de nuestros datos y, en el extremo, participar en el robo de identidad.

Estamos en una era donde hay delincuentes sofisticados que explotan Internet para robar nuestra identidad y, en última instancia, nuestra seguridad financiera. La manipulación de nuestra información personal puede resultar en la manipulación de nuestra información financiera. Cuando eso sucede, toda nuestra vida se ve sumida en la confusión.

Todos ven nuestra información; un posible empleador, un prestamista, nuestro arrendador y, a veces, ¡incluso nuestra pareja puede ver y fiscalizar nuestros gastos! Junto con nuestra información personal, la información sobre nuestro patrimonio es la posesión más valiosa que tenemos. Por lo general, protegemos y aseguramos lo que tenemos. Entonces, ¿por qué no deberíamos garantizar la seguridad de nuestros seres más preciados: nuestra información personal y financiera?

Por lo tanto, es imperativo que tengamos cuidado al brindar acceso a nuestros datos personales a cambio de una aplicación supuestamente gratuita. Debemos ser conscientes de lo que estamos firmando.

Asegurar nuestra información privada es realmente vital. Sin embargo, debemos recordarnos a nosotros mismos que si se usa éticamente para la investigación, tiene el potencial de que nuestra vida se haga cien veces mejor.

Datos e inteligencia artificial

Estamos fascinados por inteligencia artificial, o como se le conoce comúnmente, IA. La IA se investiga para aplicaciones en todos los ámbitos de la vida: juegos, medicina, neurociencia, automóviles autónomos y más. Prácticamente está haciendo realidad la ciencia ficción.

Debemos entender que la I en IA está construida a partir de lo humano; I de inteligencia. Se recopila y analiza información sobre el comportamiento humano. Luego, se construyen algoritmos con estos datos para entrenar a las máquinas a que actúen como humanos.

Es noble y satisfactorio pensar que nuestra información, aplicada a la investigación tiene el potencial de mejorar nuestras vidas y nuestro bienestar. Pero, desde luego, nunca debemos apoyar un uso poco ético de nuestra información personal.

¿Son las aplicaciones gratuitas realmente seguras? La línea de fondo

Entonces, antes de otorgar permiso para que las aplicaciones y las empresas utilicen nuestros datos, primero debemos comprender para qué nos estamos registrando y cómo la empresa utilizará los datos. Es decir, nunca dejemos de leer las Condiciones de uso.

Vale la pena señalar que algunas empresas están trabajando actualmente en soluciones para mejorar la seguridad de los  Servicios que se ofrecen Internet y que podrían ayudar a evitar que incidentes como el de Cambridge Analytica vuelvan a ocurrir. ¿Cómo podría ser eso posible? Hablaremos de eso en un artículo futuro.