Desde que mi pareja y yo comenzamos a planificar un bebé, hemos tenido una buena cantidad de discusiones financieras. ¿Cuánto va a costar el embarazo y luego dar a luz al bebé? ¿Cómo preparar la incapacidad y el parto? ¿Qué artículos necesitaremos comprar durante el embarazo? ¿Qué compras relacionadas con el bebé son realmente necesarias como para agregarlas a la lista de gastos?

Recientemente me encontré con un amigo de la secundaria que tiene un hijo de 1 año. Mencionó que ella y su esposo no tenían testamento. Por el contrario, mi pareja y yo habíamos ido por esos días a formalizar tanto el testamento vital con nuestras instrucciones médicas como el testamento donde constan nuestras últimas voluntades en relación a nuestro patrimonio y la protección de nuestro hijo.

Cada pareja planifica de una forma diferente el futuro de su hijo. No importa cuán complejo sea tu estilo de crianza, es crucial tener una idea de las necesidades financieras que conlleva tener un hijo.

“Los mayores impactos financieros vienen después del nacimiento y deben planificarse con mucha anticipación”, dice Jillian Plank, una contadora experta en asesorar sobre planificación financiera para familias.

“La mayoría de las madres que trabajan en México tienen derecho a una incapacidad por maternidad con goce de sueldo durante tres meses que pueden extenderse con el goce de vacaciones acumuladas. Pero si tu situación o tus deseos te permiten y deseas quedarte más tiempo con tu pequeño, debes hacer una planificación para contar con recursos suficientes y que tu presupuesto familiar no se resienta por la falta de un salario y el incremento de gastos.” dice Plank

Y continúa: “Si por el contrario no tienes el apoyo familiar para el cuidado del bebé cuando regreses a trabajar, tendrás que asumir el gasto de una guardería o una niñera de tiempo completo. Muchos padres se conmocionan con los costos. Los gastos a largo plazo incluyen la matrícula preescolar, las actividades extra-curriculares, el cuidado de los niños en el verano, por no hablar de la universidad; y también está toda la ropa, la comida y los juguetes que van a necesitar los siguientes 18 años” -concluye Plank.

En preparación para nuestro propio recién nacido, mi pareja y yo usamos la siguiente lista de verificación financiera para ayudarnos a comprender lo que significa ahorrar para un bebé.

1. El parto

El hospital y otras tarifas médicas para un parto estándar cuestan en promedio, entre los $20,000.00 y $40,000.00. Este rango depende de si el alumbramiento se realiza en una clínica privada, el tipo de hospital y si la familia cuenta con seguro médico o no. 

“Es importante tener claras las coberturas con las que cuenta tu seguro (en caso de que lo tengas) o tus opciones y posibilidades de pagar el costo del parto o de acudir a alguna de las instituciones de seguridad social a las que tienes derecho como asegurada”, nos dicen los expertos.

“En general las compañías de seguros están muy abiertas a considerar la mejor opción para ti. Sin embargo, te recomendamos que te asesores pues tu agente de seguros, por mucho que busque atenderte de la mejor manera, siempre tendrá presente los intereses de la compañía de seguros.” –nos indican.

Siempre se pueden reducir costos en la atención (matronas, consultas médicas, número de estudios y pruebas, servicios no médicos) sin poner en peligro tu salud ni la de tu bebé.

2. Seguro de salud

Agregar a tu bebé como beneficiario de tu seguro es posible que incremente el costo de tus coberturas. Considera que hay copagos, deducibles y otros costos que se sumarán al precio final que pagarás por tu nuevo seguro médico familiar. Todos estos gastos dependen de una serie de datos demográficos, como el tamaño de tu familia o la ubicación. Consulta con tu agente de seguros o representante de recursos humanos para asegurarte de tener el plan adecuado para tu familia. Es un gasto, y muy grande. Pero te brindará la seguridad de estar cubierto en caso de cualquier eventualidad.

3. Poner en orden tus asuntos

Antes de quedar embarazada, mi pareja y yo preparamos testamentos y también dejamos por escrito ante notario el llamado testamento vital, que no es otra cosa que las directrices sobre esas decisiones difíciles que a veces la familia tiene que tomar cuando no se está capacitado para tomarlas por uno mismo. Pensamos que no podíamos dejar ese cabo suelto, ni depositar en nuestros hijos o nuestras familias la responsabilidad de interpretar qué podríamos querer como últimas voluntades de atención y/o cuidados en caso de incapacidad total.

También hablamos con nuestro planificador financiero, quien nos animó a contratar un seguro de vida , aunque todavía no lo hemos hecho; considerando todo lo demás en nuestro presupuesto, por el momento no podemos hacer de este gasto una prioridad.

Y la jubilación es algo que siempre surge. Nuestro planificador financiero destacó la necesidad de continuar ahorrando para la jubilación. Aunque al principio no estábamos demasiado preocupados, desde entonces nos hemos asegurado de que una parte suficiente de los ingresos de mi pareja se destine a la jubilación.

Hablar con un asesor financiero ha sido muy útil y continuamos comunicándonos con él para asegurarnos de que nuestras finanzas estén en orden.

4. Presupuestar adecuadamente

Otra cosa que debes agregar a tu lista de verificación para recién nacidos es la preparación de un buen presupuesto. Puedes visitar sitios como www.finanzaspracticas.com.mx, donde encontrarás una extraordinaria calculadora para calcular los gastos básicos que tendrás qué afrontar. Mi sugerencia es que sobre ese monto, calcules por lo menos un 30% más para cubrir cualquier imprevisto que se pueda presentar (¡y siempre los hay!).

Dentro de tus cálculos, piensa que muy probablemente tu red familiar y de amigos te dará una mano con cosas importantes como pañales, ropa, utensilios y cosas que necesitarás y que probablemente ahora, por falta de experiencia, no consideras. Deja que quienes han pasado por la experiencia te ayuden.

También debes considerar los costos del cuidado de tu hijo si planeas volver a trabajar de inmediato y no cuentas con una red familiar que pueda apoyarte en este particular. Es un gran compromiso y si tus padres o algún familiar muy cercano y de tu confianza no está en posibilidad de hacerlo, es necesario que planifiques este gasto.

Mi plan siempre fue tomarme unos meses para cuidar yo misma a mi hijo. Por eso era tan importante tener un cálculo certero de cuáles serían nuestras necesidades considerando que tendríamos menos ingresos y más gastos.

“Tener un hijo es un evento que las parejas deberían planificar al menos 12 meses antes de que ocurra”, dice Jordan Bishop, un planificador financiero de gran prestigio. 

“Si abordas el ahorro para un niño de la misma manera que abordas el ahorro para una casa, un automóvil nuevo o cualquier otra compra importante, te irá bien”, agrega Bishop.

5. Planificación para tomarse un tiempo

El elemento final en tu lista de verificación para recién nacidos debe ser el tiempo que tomarás cuando nazca tu bebé.

Trabajo por mi cuenta.  Cuando no trabajo, no me pagan. Una amiga mía que acababa de tener un bebé terminó la escuela de medicina solo unas semanas antes de que naciera su hijo. Pasará las próximas 12 semanas solicitando empleo. Su esperanza es que estará empleada cuando el bebé tenga la edad suficiente para ir a la guardería.

Otra amiga, que estaba en la escuela y tuvo varios trabajos durante su embarazo, decidió tomarse un semestre libre. Pero había ahorrado lo suficiente trabajando en un campamento de verano y lo completó con algunos préstamos con interés muy cómodo, de tal forma que pudiera estar durante unos meses sin un ingreso estable.

Los tres meses de tu incapacidad se irán muy rápido. Pero puedes extenderlos un poco si acoplas tus vacaciones y días libres para disfrutarlos cuando esta termine.

Echa un vistazo a tus finanzas y analiza cuánto tiempo puedes permitirte el lujo de estar sin sueldo. Si tienes pareja, es posible que también él o ella quieran tomarse un tiempo libre. ¿Cómo afectará eso a sus finanzas familiares?

6. El costo de criar a un niño

El Instituto Tecnológico de Monterrey hizo un cálculo aproximado de cuánto cuesta tener y sostener a un hijo desde el nacimiento hasta los 18 años. El monto total, en su opinión, podría oscilar entre los 3.2 y los 5 millones de pesos.

Luego, por supuesto, está la discusión sobre enviar a nuestro hijo a la universidad y lo que eso significaría financieramente.

Mi pareja y yo ya comenzamos a pensar en la universidad, especialmente debido a los crecientes costos de la educación.

¿Cuánto necesitaremos ahorrar para enviar a nuestros hijos a la universidad? ¿Deberíamos planificar para un tipo específico de escuela? ¿Hacemos que sea una prioridad que nuestros hijos paguen parte de su universidad ellos mismos? 

Independientemente de qué decisiones tomemos, vamos a crear un fondo para la universidad tan pronto como llegue el bebé.

En fin, la idea es asumir que la responsabilidad de criar y sostener a un hijo es una de las más importantes, si no la más importante que asumirás en tu vida. Y por ello debes tomarte este compromiso de amor muy en serio y planificarlo con todas sus consecuencias.