Los restos de una pandemia que se resiste a irse están dejando un residuo de estrés a su paso. Los niveles de estrés de las personas en todo el mundo son más altos que los niveles previos al COVID-19, que ya eran de por sí muy elevados. El dinero es un factor de estrés muy importante para muchas personas. El estrés financiero es real y puede causar problemas de salud mental.

Las personas que experimentan estrés financiero sienten gran ansiedad por el dinero, angustia por no estar en control de sus finanzas, evitan hablar de sus problemas de dinero o se sienten avergonzados o sin esperanza acerca de sus finanzas. Los síntomas del estrés pueden manifestarse de muchas formas; una de ellas son las adicciones o los comportamientos poco saludables como comer en exceso.

Muchas personas experimentan un nivel de estrés financiero que pueden manejar de manera segura. Otros pueden necesitar ayuda profesional. Las personas que experimentan estrés extremo o ansiedad deben buscar ayuda profesional. El estrés puede ser peligroso.

Hay medidas financieras que uno puede tomar para reducir el estrés financiero. La cantidad de estrés financiero que alguien experimenta tiene muchos factores. Algunos de estos factores son controlables. Un factor importante es la incertidumbre; al reducir o prepararse para la incertidumbre financiera, se puede reducir el estrés. Aquí hay cinco pasos para reducir la incertidumbre financiera y, en consecuencia, el estrés financiero.

1. Hay que dar un paso atrás

Da un paso atrás del problema y respira. Haz el esfuerzo por tomar distancia y mirar tus problemas financieros desde un lugar de calma y control. Incluso si sientes que no puedes evitar entrar en pánico, eso no mejorará las cosas. Relájate, respira hondo y aborda tus problemas financieros sabiendo que puedes marcar la diferencia.

2. Tu plan o presupuesto

Un presupuesto es esencial para reducir la incertidumbre financiera. Un presupuesto es simplemente un plan de gastos para un período de tiempo específico. La mayoría de las personas elaboran su presupuesto mensualmente, ya que se corresponde con los principales gastos recurrentes, como el alquiler o los pagos de la hipoteca.

Un presupuesto muestra cómo se utilizarán los ingresos durante ese período.

Por ejemplo, cuánto dinero se destinará a a la vivienda, cuánto de cada quincena se destinará a alimentos, gasolina, etc.

3. Reducir los gastos

Tener menos gastos significa tener menos cosas de qué preocuparse. En el debate sobre si trabajar en aumentar los ingresos o reducir los gastos para llegar a fin de mes, reducir los gastos tiene una gran ventaja.

A menudo, hay gastos que se pueden reducir de inmediato; aumentar los ingresos generalmente lleva tiempo. Reducir los gastos reduce el estrés o la ansiedad de no tener suficiente dinero para pagar todas las cuentas.

4. Aumenta tus ingresos

Aumentar los ingresos puede llevar tiempo. Hay soluciones a corto plazo, como vender valores u objetos que ya no necesitamos. Eso puede aliviar la carga, pero no es una solución a largo plazo para la escasez de ingresos. Recaudar dinero de esta manera puede aliviar la presión y ha ayudado a muchas personas a atravesar un momento difícil.

A más largo plazo, la ventaja de aumentar los ingresos para pagar los gastos es que te permite mejorar tu estilo de vida y, en teoría, no hay límites para cuánto puedes ganar. Además, solo puedes reducir tus gastos hasta un límite; en cambio tus ingresos, puedes incrementarlos sin límite alguno.

5. Ciclo de esperanza y control

Los problemas más grandes se resuelven solo con esfuerzos más grandes. Las personas que experimentan niveles más bajos de estrés financiero entienden que sus acciones marcan la diferencia: tienen esperanza. Saben que sus acciones pueden influir de alguna manera su futuro financiero.

Tener esperanza y actuar genera una sensación de control.

Sentirse en control es lo opuesto a sentirse inseguro. Recuperar la sensación de control es una solución a largo plazo para detener el estrés financiero. 

Las ideas que hemos compartido aquí requieren constancia y paciencia; revisa tus planes, tus previsiones según sea necesario para continuar construyendo un futuro financiero que puedas controlar y evitar caer en el estrés. Sin embargo, necesitarás poner en marcha medidas a más largo plazo, como crear un fondo de emergencia y trabajar hacia objetivos a largo plazo.

Conclusión

Las personas con mucho dinero experimentan menos estrés financiero y disfrutan de una mejor salud mental que aquellas que tienen poco dinero. Pero eso no quiere decir que no experimenten estrés financiero. El estrés financiero puede presentarse en cualquier nivel de ingresos, en cualquier nivel de patrimonio neto; en cualquier situación financiera.

La diferencia no está en la situación financiera per se, sino en la respuesta a esa situación; en la actitud y las acciones que tomas como resultado de esa circunstancia. En pocas palabras, la situación no tiene que ser mala para causar estrés.

Es por eso que la educación financiera es la llave para un cambio a largo plazo. Si comprendes cómo funcionan tus finanzas y comprendes cuál es tu relación con el dinero, tienes mucho menos de qué preocuparte.