La regla principal financiera de la vida es simple: o controlas tus finanzas o tus finanzas te controlarán a ti. La única área de las finanzas personales donde la gente se deja controlar es la deuda.

Las deudas tienden a ser cíclicas. Tú pagas y haces progreso solo para descubrir que después de un tiempo considerable, estás exactamente donde comenzaste. Hay que ser claros: esto no indica que se esté ejerciendo un control considerable sobre la situación.

Debe haber una razón por la cual muchas personas se encuentran en este patrón de deuda y después acumular aún más deuda. Algo está mal. A menudo, el problema no es catastrófico. Pero es molesto y un gran obstáculo para el progreso financiero. Es difícil avanzar mientras retrocedes para pagar una deuda. Afortunadamente, existe una solución para este ciclo de deuda; en realidad, hay varias soluciones.

No todo el mundo necesita hacer todo. Aquellos que se encuentran en una situación desesperada o cuyos problemas han persistido durante mucho tiempo capaz y si tendrían que hacerlo. ¡Y no puedes hacer demasiado de lo correcto! Es mejor hacer más del mínimo que apuntar al mínimo y terminar con menos. Aquí hay algunas estrategias para sacarte del ciclo de la deuda y lograr una relación más saludable con la deuda.

1. Reúne la información

Para arreglar algo, necesitas saber qué está roto. Reúna todos sus estados de cuenta: tarjetas de crédito, préstamos estudiantiles, préstamos para automóviles, todos ellos. Y obtenga una copia de su reporte de buró de crédito.

Una vez que hayas reunido toda la información, calcula un par de números básicos. Suma los totales de toda tu deuda y de tus pagos mensuales. Estos dos números son extremadamente importantes.

Revisa el informe de crédito para asegurarte de que no se haya perdido nada. La deuda no administrada tiene una forma extraña de pasar desapercibida.

Asegúrate de que tu reporte de buró de crédito se relacione con tu nueva lista de deudas, para que tengas una explicación clara para cualquier discrepancia. Una vez que hayas resuelto todo esto, estás en posición para poder implementar un plan de acción para salir del ciclo de la deuda.

2. Seguimiento meticuloso

El seguimiento es una gran herramienta para ayudarte a reducir tus deudas. Esto emplea la poderosa estrategia de la culpa para ayudarte a responsabilizarte. Toma cualquier sistema de presupuesto que estés utilizando y asegúrate de que realices un seguimiento de los saldos, o bueno pon un sistema para realizar un seguimiento de los saldos. Mensualmente suele ser suficiente, pero con menor frecuencia no tanto.

Mantén un gráfico o una lista actualizada de los totales de tus deudas mensuales. Calcula reducciones o aumentos. Celebra las disminuciones. Comprenda todo lo que causó los contratiempos para que puedas hacerlo mejor el próximo mes.

Piensa en su seguimiento cuando considere comprar algo que no sea una verdadera necesidad. ¿Quieres explicarte esto a ti mismo cuando revises tu gráfica?

3. El plan de decir “simplemente no”

Aunque el plan antidrogas “Simplemente di no” de la administración Reagan no pareció producir resultados, el tuyo sí puede.

La frugalidad no es una gran estrategia a largo plazo, pero puede hacer maravillas como herramienta a corto plazo.

La idea es decir no a todos los gastos y luego convencerte a ti mismo de si es realmente necesario. Por ejemplo, la comida suele ser necesaria, pero el helado no.

La renta es necesaria. Lo más probable es que una alfombra nueva sea un lujo que debería esperar hasta que la deuda desaparezca. La clave es cuestionar todos los gastos. Utiliza este cuestionamiento

 para reducir tus gastos y liberar dinero para pagar tu deuda.

4. El plan de solo efectivo

El plan de solo efectivo es otra forma de frugalidad, una forma forzada. Toma tus gastos por un período corto, como una semana. Aparta dinero en efectivo para estos gastos, comestibles, combustible, todo. Utiliza solamente este dinero para los fines previstos.

Esto puede ayudarte a eliminar la tentación de usar una tarjeta de crédito. Algunas personas ponen sus tarjetas en un recipiente de plástico, lo llenan con agua y lo ponen en el congelador. ¡Esto ciertamente le da algo de tiempo para pensar entre la necesidad de usar una tarjeta y su uso real! Incluso poner una goma elástica alrededor de sus tarjetas puede ser un recordatorio útil de que ya no puede usarlas para lo que desee.

Naturalmente, debes tener un plan para algunas cosas en las que no es posible usar efectivo. No mandes un sobre lleno de dinero en efectivo al rentero. Pero tampoco dejes que esto sea una excusa. Zapatos nuevos no son una razón para buscar una tarjeta, a menos que desees permanecer en el ciclo de la deuda.

5. Ahorrando al estar andando

La deuda no siempre proviene de gastos innecesarios. A menudo proviene de necesidades reales: un automóvil se descompone o aparece algún otro gasto imprevisto.

Lo que pasa con los gastos inesperados es que realmente podemos esperarlos. No sabemos cuándo ni cuánto, pero sabemos que vendrán en uno u otro momento haciendo un seguimiento del ciclo de la deuda.

En este escenario, la solución recae en tu fondo de emergencia, que la mayoría de las personas con problemas de deudas no tienen. A riesgo de exagerar lo obvio, aquí hay una conexión.

Un fondo de emergencia es un colchón financiero entre usted y la deuda. Sin colchón, algo de deuda será, en algunos momentos, inevitable. Parte del problema cíclico es que surge una deuda nueva antes de que termines de pagar la pasada. Esto es lo que se convierte en un ciclo.

El plan de ahorrar al estar andando, te pide que crees un colchón mientras trabajas en pagar tu deuda. En lugar de destinar cada centavo disponible a la reducción de la deuda, presupuesta una cantidad de ahorro mensual para construir su reserva de efectivo o fondo de emergencia.

Esta estrategia funciona asombrosamente bien. La construcción de tu colchón en paralelo con la reducción de la deuda ayudará a que tu deuda desaparezca más rápido porque no la agregará. Y construye el hábito de ahorrar y de usar tu propio dinero para emergencias sin usar deudas.

Romper el ciclo de la deuda: el resultado final

El ciclo de la deuda sólo cambiará si lo haces cambiar. Tiene que haber alguna forma de intervención. Puedes elegir los métodos que más te atraigan. Pruébalos. Si funcionan, sigue haciéndolos. Si no es así, prueba con otros. No hay situación de deuda que no se pueda mejorar.

Pero el cambio no se producirá por sí solo. Necesitas hacer que suceda. La deuda no necesita controlarte, y no lo hará si tú la controlas.