Hace casi dos años me convertí en madre de gemelos y, poco tiempo después, sentí que mi trabajo como escritora desde casa estaba a un día de la destrucción total.

No estoy tratando de ser dramática. Todavía me resulta difícil creer que mi negocio haya superado esos primeros días después del nacimiento de mis gemelos. Allí estaba yo, tratando de entregar las publicaciones a tiempo, hablar con los clientes y responder correos electrónicos, todo mientras limpiaba el vómito interminable de mis bebés y me desvelaba cada noche en la lactancia.

Sin embargo, lento pero seguro, las nubes se disiparon y comencé a encontrar mi camino. Aprendí a asignar mi tiempo, subcontraté lo que no quería hacer y me organicé más.

Con el tiempo, he conectado con otras madres exitosas que trabajan como yo desde su casa, y noté que todas ellas compartían algunos de los mismos aprendizajes para triunfar en esta cancha. Yo se los comparto a ustedes:

1.Paga para que alguien te limpie la casa

Esto va a ser difícil para muchas madres. Por alguna razón, muchas de nosotras sentimos que este es “nuestro territorio”. Así que pagarle a alguien más para que haga esto se siente como admitir el fracaso o reconocer que no podemos “hacerlo todo”.

Yo solía ser una de esas madres que no quería pagar  por una persona que me ayudara en la casa; y cada vez que mi esposo hacía un comentario sobre lo “…desordenada que está la casa”, terminábamos discutiendo. Finalmente, decidí contratar a alguien, y la experiencia de que la chica se fuera dejando tras de sí una casa limpia e impecable, me transformó.

Y yo no soy la única. Lauren Greutman, madre de cuatro hijos y bloguera de I Am That Lady, escribe: “Cada semana viene una chica y limpia toda la casa; al principio me sentí culpable, pero ahora lo considero parte de mi plan de negocios. Considero que esta decisión es una de las mejores inversiones que puedo hacer”.

2.No trabajes mientras observas a tus hijos

He aprendido con el tiempo que, si bien trabajar desde casa es excelente para la flexibilidad, no significa que debas trabajar y cuidar a tus hijos al mismo tiempo.

Piénsalo. Si realmente tienes que concentrarte en una tarea, nadie está cuidando a tus hijos. Si estás disfrutando de tus hijos y teniendo una fiesta de baile, nadie está trabajando.

Si intentas hacer ambas cosas simultáneamente, algo no se va a hacer bien, y no sé tú, pero me encanta hacer tanto mi trabajo como criar a mis hijos lo mejor que pueda.

Deja de intentar responder correos electrónicos mientras arrullas a un bebé en tu regazo. Haz una cosa o la otra. Me tomó mucho tiempo darme cuenta de esto, ¡así que espero que este consejo te ayude!

3.La preparación lo es todo

Mi día comienza la noche anterior. Tengo que decidir una noche antes lo que me voy a poner. Tengo que preparar los pañales, las toallitas y la ropa limpia para mis hijos. Incluso tengo claro lo que quiero hacer para el desayuno.

Entonces, si voy a comer huevos con aguacates, pongo los aguacates en la encimera. Y si voy a hacer waffles, pongo en fila el bicarbonato de sodio, el azúcar y la harina.

 También hago todo lo posible para recoger la casa, poner una carga de ropa en la lavadora y limpiar la encimera de la cocina antes de acostarme. Mi esposo es genial para limpiar y lavar los platos por la noche. También dejo preparada la cafetera para que se encienda automáticamente y haga el café por la mañana.

¡Es muy importante que sepas que no siempre fui así! Antes de desarrollar tanta eficiencia en mi rutina diaria, pasé muchas mañanas tropezando buscando un paquete de toallitas a las cinco de la mañana, yendo de un lado a otro en pijama todo el día y pisando pequeños juguetes en medio de la noche.

Hoy en día es muy raro que deje un cabo suelto. Me toma alrededor de 15-30 minutos cada noche asegurarme de que estoy preparándome para el éxito al día siguiente. Esto me ayuda a al menos despertarme, cambiarme y caminar hacia la cafetera casi sin esfuerzo.

Después de dos años de prueba y error, equilibrando ser madre con ser una empresaria que trabaja desde casa, estoy segura de que si incorporas estos tres simples consejos en tu vida, comenzarás a sentirte más exitosa y más en control de tu día; menos estresada, y por extensión, en control de tu futuro personal y profesional.