Recientemente participé en un panel de discusión sobre la crisis de opiáceos en Estados Unidos en una conferencia profesional. Mi papel en el panel fue discutir las implicaciones financieras de la crisis de los opiáceos en las personas, las familias y el país. Otros oradores profundizaron en el alcance de la epidemia de opiáceos y su impacto en las relaciones y la salud física y mental.

Aunque en México no podemos decir que exista una crisis tan seria y de tal envergadura como la que hay en Estados Unidos, el consumo de opiáceos se ha incrementado en todo el mundo. Detrás de este drama que está arrasando con una generación entera está nuestra asignatura pendiente en salud mental.

Recuérdalo siempre: tu salud mental es lo más importante. Nada, absolutamente nada vale la pena para que la pongas en riesgo.

A continuación te comparto las conclusiones de la conferencia y algunos consejos útiles y aplicables en el caso de todo tipo de adicciones:

Cifras asombrosas

Según varios informes del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., 10,1 millones de personas abusaron de los opioides recetados durante el año pasado; 1,6 millones sufrieron un trastorno por consumo de opioides y 50 000 usaron heroína por primera vez. Además, hubo 48.006 muertes por sobredosis de opioides sintéticos y 14.480 muertes por sobredosis de heroína.

Factores de riesgo

Los factores relacionados con el uso indebido de opioides y los trastornos por uso incluyen antecedentes familiares de abuso de sustancias, antecedentes personales de consumo de sustancias o tabaco, antecedentes de abuso sexual preadolescente, problemas de salud mental como depresión (los opioides son muy adictivos porque  sus componentes alteran el estado de ánimo) y factores demográficos (p. ej., principalmente hombres jóvenes).

Uso indebido de opioides

Las vías para el abuso de sustancias incluyen recetas médicas propias, usar la receta de otra persona, robar medicamentos de familiares y amigos, acceder a medicamentos que no están almacenados en un lugar seguro y bajo llave y el mercado negro de internet. Todos los días, 2000 adolescentes en los EE.UU. prueban medicamentos recetados por primera vez.

Sensación de “subidón” de opioides

Durante una sobredosis, el suministro de oxígeno al cerebro es bajo debido a la disminución de la respiración y la frecuencia cardíaca. Los receptores de opioides en el cerebro y en el cuerpo se inundan, lo que provoca una sensación de euforia, un “subidón”. El consumidor de opiáceos normalmente se adormece debido a la respiración superficial. Se puede producir daño cerebral o la muerte si Narcan (un medicamento de tratamiento de emergencia diseñado para revertir una sobredosis de opioides) no se administra rápidamente.

Impactos en la salud

Las personas con dependencia de opiáceos tienen 11.2 veces más probabilidades que otras de haber tenido al menos una visita ambulatoria de salud mental y 12.2 veces más probabilidades de haber tenido al menos una hospitalización. Además, tienen mayor riesgo de hepatitis A, B o C y de desarrollar una enfermedad psiquiátrica y pancreatitis.

El uso de opioides durante el embarazo da como resultado la exposición de los bebés a los efectos nocivos de estos medicamentos.

Impactos psicosociales

Además de los impactos en la salud, como confusión mental, depresión, náuseas y estreñimiento, otros impactos incluyen la destrucción de familias, bajo rendimiento educativo, desempleo, falta de vivienda, aumento de la delincuencia y muertes por accidentes automovilísticos, aumento de la transmisión de enfermedades ( ej., VIH y hepatitis) y mayores costos de atención médica.

Costos financieros globales 

El abuso de opiáceos cuesta a los EE. UU. $ 33 mil millones al año en costos de atención médica y $ 14.8 mil millones anuales en costos de justicia penal. Sin embargo, el mayor costo es de $92 mil millones en productividad y ganancias perdidas, que incluye pérdidas debidas a la muerte prematura de un trabajador debido a una sobredosis, horas productivas perdidas y encarcelamiento relacionado con los opioides, (p. ej., gastos de justicia penal y encarcelamiento; reducción del impuesto sobre la renta y los ingresos del impuesto FICA).

Costos individuales/familiares

Estos son algunos de los impactos que experimentan las personas y familias afectadas por la adicción a los opioides:

  • Disminución de la participación en la fuerza laboral
  • Encarcelamiento por delitos relacionados con los opioides
  • Agotamiento de los ahorros para pagar una adicción a las drogas
  • Oportunidades de ahorro/inversión perdidas (ahorro para el retiro, por ejemplo)
  • Gastos de atención médica de su bolsillo
  • Mal historial de crédito debido a retrasos en el pago de facturas
  • Pérdida de ingresos de por vida debido al desempleo y muerte prematura
  • Abuelos criando a sus nietos (impacto en los jubilados)

Pasos de acción financiera

El primer paso para empezar con la recuperación tanto del enfermo como de la familia es evitar que un usuario de opioides tenga acceso a dinero en efectivo con que comprar drogas. A menudo se recomienda el control de las cuentas financieras por parte de terceros, y la preparación de documentos de planificación patrimonial es esencial. Otras estrategias de administración financiera sugeridas incluyen lo siguiente:

  • Cerrar cuentas bancarias y de crédito conjuntas.
  • Entregar tarjetas de crédito y débito a un miembro de la familia sobrio (es decir, pagar las cosas solo en efectivo).
  • Cortar el acceso en línea a las cuentas bancarias
  • Que un tutor legalmente designado gestione directamente mediante cheques las cuentas por pagar del enfermo. De preferencia alguien de la familia.