Recientemente asistí a un seminario web del American College of Financial Services sobre la planificación de la jubilación después de COVID-19. Uninforme asociado al programa incluyó una discusión de cuatro categorías de impactos financieros.

Dos categorías eran para personas jubiladas (llamadas mantenerse a flote y preparándose) y dos para personas que aún no se habían jubilado (llamadas reagrupación y capitalización) que se vieron afectadas negativamente por la pandemia y aún no afectadas por la pandemia, respectivamente, con respecto a su jubilación. planes.

A continuación se muestran cuatro conclusiones del informe del American College que me llamaron la atención cuando entramos en nuestro noveno mes de vida con COVID-19:

Diferentes impactos generacionales

Una encuesta de TD Ameritrade citada en el informe encontró que la Generación X (nacidos entre 1960 y 1977) con más frecuencia se esperaba un impacto severo de COVID-19 en su planificación de jubilación que los millennials y Baby Boomers.

Muchos temían una disminución de la capacidad de ahorro o la perspectiva de verse obligados a jubilarse anticipadamente.

El informe también señaló evidencia de pérdida de empleos que afecta de manera desproporcionada a los trabajadores mayores que decidieron, o fueron alentados, a tomar jubilación anticipada versus despido o buscando un nuevo trabajo. Algunos de esos trabajadores tenían preocupaciones sobre COVID-19 y problemas de salud subyacentes.

Una tormenta (financiera) perfecta

Carreras más cortas debido a las jubilaciones anticipadas tienen una serie de efectos negativos que incluyen beneficios de pensiones y de seguridad social más bajos, menos oportunidades de acumular dinero en planes de ahorro para la jubilación con impuestos diferidos y un período de tiempo más largo durante el cual depender de los ingresos y activos de la jubilación.

Para empeorar las cosas, muchos inversores optaron por retirar fondos de sus cuentas de jubilación para cubrir los gastos de subsistencia.

El número de personas que están haciendo uso del retiro por desempleo de sus afores superó 1.7 millones de personas por más de 20 mil millones de pesos.

Algunas cosas buenas

Muchos mexicanos permanecen empleados y algunos pueden ahorrar dinero al no viajar o tener que pagar por traslados y tuvieron descuentos en las colegiaturas.

Además, muchas personas en edad de trabajar y jubiladas han reducido los gastos discrecionales, como viajes y comidas fuera de casa.

Como resultado de los cambios en el gasto provocados por la pandemia, estos hogares pueden estar en una posición más fuerte ahora que a inicios del año pasado. Sin embargo, muchos todavía tienen problemas de preocupación, como las bajas tasas de interés disponibles en las cuentas de ahorro y la acumulación de dinero suficiente para generar el nivel deseado de ingresos futuros.

El informe termina con una nota aleccionadora: “Muchos deben aceptar que sus planes de jubilación, que tanto han querido, tendrán que cambiar”.