Seré honesta: comprar muebles o algún aparato de línea blanca a crédito puede sonar como una idea horrible e innecesaria cuando estás luchando con otros problemas financieros mas urgentes. Sin embargo, lo he hecho dos veces y no me arrepiento. Este es el por qué:
Mudarse a un apartamento nuevo: pocas opciones y mal crédito
El primer mueble que compré a crédito fue un sofá, cuando tenía 19 años. Cometí algunos errores que afectaron mi crédito y tenía muy poco dinero pues estaba en la universidad, pero necesitaba amueblar mi apartamento. No estaba buscando sofás de diseño o mesas de vidrio biselado. Todo lo que quería era algo simple para poder vivir cómodamente.
Ya tenía muchos artículos útiles que había encontrado a bajo precio a través de un programa comunitario. Ahora todo lo que necesitaba era un sofá decente. Como no tenia dinero y en cambio sí tenía un mal crédito, ni siquiera podía calificar para un préstamo o una tarjeta de crédito.
Una tienda de muebles que visité tenía un programa de financiamiento especial para ayudar a las personas a construir su historial de crédito. Me aprobaron y pagué mi sofá en seis meses.
No me gustó que incrementaran el precio de mi sofá, pero entendí que era una de las desventajas de comprarlo con financiamiento directamente en la tienda. Después de que todo estuvo dicho y hecho, estaba claro que había terminado pagando un dinero extra cada mes a cambio de mejorar mi puntaje y establecer un historial crediticio.
Después de haber pagado ese sofá, finalmente tuve algo de historial crediticio para poder calificar para una tarjeta de crédito regular sin garantía y pude comenzar a usarla con prudencia.
Una oferta de financiamiento de muebles sin intereses
Cuando mi esposo y yo nos mudamos juntos (antes de casarnos), comencé a tener problemas en la espalda. Estaba considerando comprarme una cama especial que me permitiera dormir mejor cuando vi una promoción de colchones muy caros, pero con muchas ventajas y perfectos para mi problema de espalda; lo mejor era que podía pagarlo sin intereses durante los primeros cinco años.
La cama nos encantó cuando la vimos; especialmente el hecho de que venía con una garantía de reemplazo total de 10 años. En ese momento no podía pagar una cama de $70,000.00, pero realmente necesitaba algo que me ayudara con la espalda. Decidimos financiarlo en nombre de mi pareja para que pudiera construir su historial crediticioy dividimos el pago mensual.
Todavía tenemos la cama hoy, y no me arrepiento ni un poco de haberla financiado de esa manera.
Mi esposo apenas tenía crédito en ese momento, así que hacer esto lo ayudó mucho a mejorar su puntaje. Además, no vamos a gastar dinero extra en intereses porque pagaremos la cama antes de que comiencen a cobrarnos los intereses. Además, la cama está en perfecto estado y podremos usarla durante muchos años más. Es el justo valor por nuestro dinero.
¿Deberías comprar tus muebles a crédito? ¡Sé escéptico!
Si bien el financiamiento de muebles me ha funcionado bien en el pasado, no lo recomendaría para todos. Existen serios inconvenientes.
Para empezar, el precio de los muebles siempre sube si los pagas mediante un financiamiento. Si estás pagando un montón de intereses por ese sofá o esa cama, perderás dinero mientras el valor de tus muebles disminuye (muy similar a financiar un automóvil).
Además, cuando financias tus muebles y enseres, eventualmente tendrás que cerrar la cuenta cuando los termines de pagar, lo que realmente no ayudará a tu crédito en el largo plazo. Si adquieres el hábito de financiar sofás, mesas de cocina y centros de entretenimiento todo el tiempo, puedes afectar mucho tus finanzas personales.
La financiación de muebles debe ser el último recurso. Si necesitas muebles, no tienes crédito o ahorros, y no encuentras ninguna opción sólida en las ofertas de segunda mano, te sugiero que pidas un préstamo personal a través de una empresa confiable y lo pagues a tiempo para construir tu crédito. Solo asegúrate de que el minorista esté de acuerdo en enviar tu historial de pagos a Círculo de Crédito o a cualquier otra agencia de información financiera. Esto es imprescindible, de lo contrario, tu préstamo y tus pagos no marcarán la diferencia cuando se trate de mejorar tu crédito.