A veces realmente hay curas milagrosas. La gente tiende a pensar que las cosas que les ahorran tiempo y dinero serán difíciles o desagradables. La planificación de los menús diarios, sin embargo, es uno de esos milagros. Puede reducir el desperdicio, ahorrar tiempo, ahorrar dinero y reducir el estrés. Nada que nos disguste, ¿cierto?

Al igual que con otras cosas, nos ayuda hacer lo básico, o podemos ir más allá. En el caso de la planificación de menús, hacer lo básico sería decidir las comidas para la semana y salir corriendo a la tienda a comprar todo lo necesario. Ir más allá incluiría dedicar un día de la semana a preparar las comidas y que estén listas cuando las necesitemos.

Descripción general de la planificación de menús

Un marco de tiempo adecuado para planificar tus comidas es hacerlo semanalmente, pues así es como la mayoría de las personas trabaja y vive. Además, este lapso de tiempo funciona muy bien para mantener la frescura de los productos perecederos. Quizás no todos duren una semana, pero puedes planear consumir primero los alimentos que tienen una vida útil más corta. 

Algunas personas planifican sus comidas mensualmente. Esto no siempre es necesario, pero es una gran ayuda si también recibes tus ingresos mensualmente. La planificación mensual también puede ayudarte a aprovechar las compras al por mayor y conseguir ahorros importantes.

No importa si planeas semanal, quincenal o mensualmente, el punto de partida es el mismo: seleccionar los menús, luego escribir una lista de compras y hacer un solo viaje a la tienda para obtener todo lo que necesites. Hay beneficios en este enfoque.

Los Beneficios

La planificación de las comidas te ahorra tiempo. Haces menos viajes a la tienda. No pierdes horas decidiendo qué hacer cada día; lo haces una sola vez y te olvidas el resto del tiempo. 

Hacer un plan de comidas te permite controlar lo que comes. La planificación te ayuda a tomar buenas decisiones. Si tienes comida saludable preparada para la semana, es muy probable que, en general, mejore mucho la calidad de tu alimentación.

La planificación de comidas reduce el desperdicio. Antes de que comenzara a planificar mis menús, mi cajón para verduras funcionaba principalmente como un clasificador de alimentos donde  la comida envejecería hasta que ya no fuera apta para el consumo y tuviera que desecharla. Mucho de mi dinero fue a dar a la basura de esa manera. Y eso era totalmente innecesario. 

Cuando planificas tus comidas, compras con un propósito. Todo lo que entra en el cajón para verduras, por ejemplo, tiene un propósito, una comida a la que está destinada. El desperdicio de productos se convierte en algo raro en lugar de algo rutinario y eso, ahorra dinero.

La planificación de menús, definitivamente te ahorra dinero.

La reducción de desperdicios es solo una de las formas en las que la planificación te permite ahorrar.

La gente a menudo se detiene camino de regreso a casa, después del trabajo, para comprar un par de cosas que necesitan (aunque en estos días, muchos se están quedando sin nada después de trabajar todo el día desde casa). En este escenario, es posible que pase una de estas dos cosas:

La primera es que, cualquier visita a la tienda o al supermercado, es fuente de una compra por impulso. Aquellos panecitos se veían muy sabrosos así que ahora, aunque no los necesitamos, tenemos panecitos. Reducir los viajes a la tienda reduce la probabilidad de hacer compras impulsivas.

La segunda cosa que pasará es que seremos menos eficientes con nuestros gastos. Detenerte más veces a comprar es más caro que ir a comprar una sola vez. Es posible que no nos detengamos en la tienda donde compramos habitualmente, sino que optemos por algún lugar de camino; después de todo, es cierto que las tiendas de conveniencia son un poco más caras, pero solo vas a comprar dos cosas que necesitas. Hacer esto un par de veces a la semana terminará costándote mucho tiempo y dinero.

No solo se trata de que comprarás lo mismo, pero más caro, sino que también tendrás que añadir el costo de transporte (autobús, taxi, auto particular, estacionamiento…)

Planificar tus menús no es restrictivo

Tendemos a temer no lo que es real, sino más bien lo que percibimos como real. Una cosa que la gente teme acerca de la planificación de las comidas es que reducirán su espontaneidad o les impedirá pedir comida para llevar, por ejemplo. Pero la planificación de las comidas no tiene por qué ser restrictiva.

No hay ninguna razón por la cual no puedas incluir una o dos noches de comida para llevar en tu plan semanal, suponiendo, por supuesto, que ese lujo sea asequible dentro de tu presupuesto. Incluso puedes planificar tu noche de comida para llevar, sin necesariamente determinar cuál será. ¡Espontaneidad planificada!

Conclusión

Con frecuencia, las personas se embarcan en este tipo de cambios con un solo propósito, como comer de manera más saludable o ahorrar tiempo. Luego descubren que el cambio viene con otros beneficios inesperados; es posible que no se hayan dado cuenta de que la planificación de las comidas les ahorraría dinero o reduciría su estrés. No importa cuales beneficios te hayan atraído a comenzar con esta práctica, al final los disfrutarás todos.

Puedes llevar esto tan lejos como quieras. Cocinar volúmenes más grandes a la vez y luego comer las sobras o congelar porciones puede ahorrarte aún mas tiempo, y posiblemente también dinero. Pensar en un mes por adelantado puede hacer que te orientes a hacer compras al por mayor y estirar aún más un presupuesto ajustado. 

Es posible comer bien sin gastar un exceso de dinero. Y como en la mayoría de los casos en los que hay dinero de por medio, un poco de planificación paga grandes dividendos.