“No se trata de qué tan fuerte sea el golpe que puedas dar. Se trata de cuántos puedes sportar y seguir avanzando. Así es como se gana.”

Rocky Balboa

Salí a correr esta mañana. Mi mente todavía piensa que estoy de servicio. Mi cuerpo no está de acuerdo. Es una batalla constante.

Dirigir un negocio es como salir a correr. Cuanto más avanzas, más desafíos enfrentas. Es difícil superar los desafíos, pero es gratificante.

A continuación, se muestran seis similitudes que descubrí entre correr y el espíritu empresarial:

1. Tener dirección

Cuando sales a correr, tú determinas la ruta (a menos que estés en una caminadora… con lo cuál simplemente espero que nadie te tome un video si te caes y no te vuelvas viral). Como empresario (especialmente si estás solo), tú determinas la dirección de la empresa. Claro, varias cosas pueden influir en tus decisiones, pero en última instancia, la ruta que sigas depende de ti.

2. Silencio

Me encanta el sonido del silencio. Es un momento para pensar con claridad y ordenar mis pensamientos. Mucha gente corre con auriculares. Yo lo probé, pero llegué a la conclusión de que no estoy lo suficientemente coordinado para averiguar qué hacer con el cable de los auriculares. Yo corro y pienso.

A veces, si tengo un día ajetreado, me tomo un descanso para sentarme en silencio (sin aparatos electrónicos) por unos momentos. Reelaboro mis pensamientos. Vuelvo a enfocar en lo importante. Me siento y pienso. El silencio es oro.

3. Diversión

Cuando estoy corriendo y acelero, es muy divertido. Por terminando etapas. Es energizante. Lo mismo me pasa cuando mi negocio toma velocidad crucero. ¡Qué prisa!

4. Muros

Ugh. El muro. El muro es una expresión que se utiliza en el mundo de los corredores para hablar de el momento más difícil. En una carrera, llega un momento en que comienzas a concentrarte en esa ampolla, o ese dolor en la pierna, o tu respiración pierde el ritmo. Y te sientes derrotado. Cada paso es cada vez más difícil. Y ¡¿encima una subida?! ¿Me estás tomando el pelo? Whisky. Tango. Fox. Pero, si te das cuenta de lo que está pasando, vuelves a enfocar tu mente. Recuperas tu ritmo. Sigues avanzando. ¡Y vas por esa cima!

Como emprendedor, los muros aparecen constantemente. Finanzas, ventas, sistemas, entregas, impuestos, producto, competencia… Whisky. Tango. Fox. No puedes dejar que arruine tu ritmo. Tienes que ser consciente de cómo los malos momentos te están afectando y encontrar maneras de subir, pasar por encima, debajo, alrededor y/o atravesarlos para no quedarte atrapado. Vuelve a concentrarte en lo que es importante y ataca la colina.

5. Adelante

Cuando estás corriendo, si no prestas atención a dónde vas, podrías perderte o pisar una gran pila de desechos de perro. Ubícate en dónde estás. Ten claro a dónde vas. Otra forma de pensar en eso es mantener la cabeza en alto.

Mantén una actitud positiva. Sabes que puedes llegar a la siguiente etapa. Solo hazlo hasta que llegues a ese punto en el camino. Y luego el siguiente. Y el siguiente.

Une algunos de ellos y tendrás una carrera bastante exitosa. Como emprendedor, divide tus grandes objetivos en partes más pequeñas y busca una sección del camino a la vez. Mantente positivo. Ten claro dónde estás y a dónde vas. Frente en alto. Te ayudará a evitar que te encasillen.

6. Comunidad

Creo firmemente que se puede lograr mucho más como equipo. Si buscas correr una distancia larga, trata de reunir a un grupo. Podrán alimentarse de la energía del otro y llegar juntos más allá de lo que creen que son sus límites.

Y ese grupo de corredores puede convertirse también en un grupo de amigos. Y de ampollas. E historias de guerra. Buenos tiempos. El espíritu empresarial no es diferente. Te sorprendería lo dispuesta que está la gente a ayudar, o simplemente a que te desahogues con ellos  y les cuentes sobre el bloqueo accidental de tu sitio (a más de uno le ha pasado). Y con el equipo correcto, el cielo es el límite.

Los corredores de maratón a menudo hablan de “derribar el muro”. Los empresarios hablan de que el éxito es un maratón, no una carrera de velocidad. En ambos casos (realmente para casi cualquier objetivo) debes correr y derribar muros para tener éxito.

Así que: ¡En tus marcas! ¡Listo! ¡Fuera!