Aunque parezca mentira, hay formas de reducir tus gastos de y vivir sin pagar alquiler, sin compañeros de casa. Yo puedo dar testimonio de eso porque eso justamente es lo que me pasó. 

El barrio del club era (es) uno de los más caros de mi ciudad; sus calles arboladas, sus hermosas casas repartidas entre colinas suavemente onduladas, todo lo hace un lugar increíble para vivir. En ese tiempo, los BMW estaban estacionados en muchos de los caminos de entrada. La casa a donde llegué era una Cape Cod de ladrillo de la década de 1940, en una calle tranquila. Tenía sus pisos de madera originales. La cocina y los baños habían sido recientemente remodelados.

Viví en esa casa sin pagar alquiler desde 2012 hasta 2014, después de graduarme de la universidad y comenzar a trabajar para una empresa de tecnología financiera.

Pero suficiente sobre el pintoresco barrio y la casa. ¿Quieres saber cómo llegué a vivir allí sin pagar alquiler?

Mi historia

La historia comienza con, “Conocí a un chico…”

Conocí a un chico cuando estaba en la escuela secundaria. Él era dueño de un viñedo y trabajé para él cuando tenía 14 años. Así fue como pasé muchas noches y fines de semana durante esos años de secundaria: trabajando en su viñedo y, finalmente, en su restaurante. Él fue un mentor para mí.

Anteriormente había comprado una casa para su madre, pero ella se enfermó antes de poder mudarse, por lo que la casa estaba vacía. Mi jefe no quería tratar con inquilinos, así que me preguntó si me gustaría vivir allí y vigilar el lugar.

No quería que pagara el alquiler, solo me pidió que pintara algunas habitaciones para cuando llegara el momento de vender la casa. ¡Estaba realmente agradecido de tenerme allí!

No quería sentirme como un aprovechado, así que cuidé su casa como si fuera mía. Me encantó el arreglo. Ni siquiera tuve que cuidar el césped: un vecino hizo todo eso a cambio de estacionar su automóvil en nuestra entrada. Mi jefe finalmente vendió la casa después de darme suficiente tiempo para mudarme.

Otras formas de vivir sin pagar alquiler

El amigo de mi primo encontró una oportunidad similar para ahorrar dinero: vivía en el sótano de una mujer. Hacía algunos mandados a cambio del alquiler. Esos quehaceres nunca le tomaban más de una hora cada semana. Daba aproximadamente cuatro horas de su tiempo cada mes y, por eso, vivía sin pagar alquiler.

Había otro hombre que vivía sin pagar alquiler en un elegante barrio de la ciudad de Nueva York. Su historia: “Le echó el ojo” a una mujer mayor que vivía en la casa. A su familia le encantaba que él estuviera allí y pudo vivir en un vecindario fantástico sin costo alguno.

Mi hermana vivía sin pagar alquiler en una hermosa casa a cambio de cuidar a un primo menor. Lo único que tenía que considerar, como todos deberían hacerlo, era el valor de su tiempo.

Cómo reducir el alquiler: los mejores consejos

Tratar de vivir sin pagar alquiler tiende a ser una forma de ayudar a abordar la inflación y el incremento de precios que impactan a todos, independientemente de tu estilo de vida. Y hay buenas formas de hacerlo.

Estos son algunas de los mejores que yo he encontrado para encontrar una casa o apartamento que no agoten tu salario cada mes.

1. Subarrendar tu apartamento o casa

Una manera fácil de ahorrar dinero en el alquiler es subarrendar el departamento o la casa donde vives. Si tienes una recámara extra y encuentras a alguien dispuesto a pagar para compartir contigo los gastos.

Puede ser incómodo tener un compañero de casa a veces, pero sin duda valdrá la pena cuando veas tu cuenta bancaria a fin de mes.

Si planeas vivir en una casa, intenta ver si puedes subarrendar toda una sección de la misma. De esta manera, básicamente tendrás una parte completa de la casa para ti, por lo que el cambio no será demasiado molesto.

2. Airbnb

Para usar esta opción, alquila una de tus habitaciones sin usar y comienza a ahorrar. Todo lo que necesitas hacer es tomar fotografías de tu casa, crear una lista de reglas que deseas que sigan los visitantes y proponer un precio que te ayude a pagar el alquiler. Asegúrate de enumerar las cosas de tu casa que la hacen única y deseable para los visitantes.

Y, en caso de que te preocupen los daños a la vivienda, cada reserva viene con un seguro de daños por un valor de ¡hasta $ 1 millón de dólares!, según Airbnb. Por lo tanto, mientras los visitantes disfrutan de tu casa, tú puedes descansar tranquilo sabiendo que tu casa estará protegida en caso de que algo salga mal.

3. Conviértete en propietario

El entorno de los intereses está a punto de sufrir una fuerte sacudida. Y eso, no cabe ninguna duda, será un factor que desacelere la decisión de compra de una vivienda nueva en los próximos dos años. Sin embargo, es posible que haya un repunte y oportunidades interesantes en las viviendas de segunda mano.

Siempre animo a la gente a considerar la compra de una casa no como un gasto, sino como una forma de depositar tu capital en un lugar donde no va a perder dinero. Además, tener una vivienda propia tiene siempre un impacto positivo. No conozco a nadie que se haya arrepentido jamás de comprar una casa, un departamento. Y las vivencias que comienzas a acumular en un hogar que es tuyo forman parte de lo que es tu vida. Comprar una casa es comprar una vida. Una casa propia es un valor imperecedero y el fundamento de una seguridad para el futuro. 

Piensa, además, que en tiempos de crisis, todos buscamos formas de seguir adelante. Busca oportunidades; y mientras esa oportunidad llega, haz un ahorro, busca alternativas, consolida tu posición para que, llegado el momento en el que la casa de tus sueños aparezca, puedas acceder a ella.

4. Volver a casa

Aunque esta puede ser una opción difícil, volver a vivir con sus padres podría ser una buena idea para  obtener algo de estabilidad y reducir tus gastos . En México, los jóvenes dejan el hogar paterno alrededor de los treinta años. Las condiciones de este salto de independencia son muy variables. Algunos deciden vivir solos o compartiendo casa con amigos o personas en su misma situación. Las mujeres, sobre todo, salen de su casa para ir a vivir con sus parejas.

La mayor parte de las veces como resultado del matrimonio, pero también hay un porcentaje importante que se muda con sus parejas o con amigas. Estas situaciones, sin embargo, siguen siendo temporales. La presión social y familiar en México sigue siendo mucha y eventualmente las parejas optan por un modelo de convivencia de pareja y/o familiar más tradicional.

Sin embargo, las innumerables crisis financieras que hemos vivido han hecho que el fenómeno de volver a vivir en casa de los padres, se haya incrementado significativamente.

Esta claro que si, por la razón que sea, si vuelves a vivir con tus padres tienes que buscar alternativas para independizarte lo más pronto posible. Y desde luego, aporta toda la ayuda y compañía que puedas. Piensa que tus padres y tú están en momentos de vida diferentes. Tus padres apreciarán toda la ayuda que puedas brindar y eso te permitirá establecer unas condiciones aceptables para ti mientras puedes volver a hacer tu vida de manera independiente.

5. Vivir en el extranjero

Esto puede parecer una opción drástica, pero vivir en el extranjero puede ser una manera de reducir tus gastos de manutención de manera dramática. Un trabajador remoto podría ahorrar miles de pesos si se muda al extranjero, especialmente si puede mantener el mismo salario. Ni siquiera es tan difícil de hacer.

“Puedes reducir tus gastos mensuales hasta en un 70% con solo subirte a un avión”, dice Nomadic FIRE Marco Sison, asesor financiero.

“Por ejemplo, actualmente vivo en un gran departamento amueblado de dos habitaciones, a 15 minutos a pie de la playa en Split, Croacia”, dice Sison. “Mi alquiler, incluidos los servicios públicos, es menos de $600 dólares por mes. Un departamento de tamaño similar en una ciudad de costo de vida medio en los Estados Unidos costaría $1800 dólares, sin incluir la playa”.

El alquiler no es lo único que ahorrarás si vives en el extranjero.

“Todo puede ser significativamente más barato”, agrega Sison. “A principios de este año, vivía en Filipinas y gastaba aproximadamente $1500 dólares al mes para todos mis gastos. El bajo costo de vida en Filipinas [significaba] una vida social activa, un bonito apartamento en una zona de moda de la ciudad, salir a cenar con frecuencia y servicio de limpieza: todos los lujos que no podía permitirme en los Estados Unidos”.

Vivir en el extranjero es probablemente más drástico que alquilar una habitación en tu apartamento, pero puede ser la diferencia entre vivir bien y un salto en tu calidad de vida.

6. Trabajo por alquiler

Si no puedes pagar el costo de tu departamento, algunos propietarios estarán dispuestos a dejarte trabajar por un alquiler reducido, o incluso sin pagar ningún alquiler. Es posible que te pidan que trabajes para su empresa, hagas reparaciones en el complejo o incluso que trabajes en una granja, pero puede valer la pena si no tienes que pagar mucho por tu apartamento.

Los trabajadores de cuello blanco también pueden ofrecer ayuda con las tareas solicitadas en el complejo. Unas pocas horas a la semana ayudando al arrendador a calcular números o revisar documentos podría significar una gran reducción en el alquiler.

7. Trabajo doméstico en alquiler

A veces, todo lo que necesitas hacer para reducir tus gastos es hacer trueques. Antes vivía en otra casa, más barata. Conseguí un buen trato porque estaba dispuesto a cuidar a dos perros, Border collies. Los perros son una gran responsabilidad, y la gente está dispuesta a pagar lo que sea necesario para cuidar a sus mascotas.

Esta también es una opción para las niñeras. Muchos padres están demasiado estresados ​​y con gusto aceptarían a una niñera interna.

Si eliges esta opción, es importante considerar la cantidad de horas que estás dispuesto a trabajar cada día.

Digamos que ahorras $500.00 dólares en alquiler cada mes. ¿Cuántas horas estás trabajando?

Si valoras tu tiempo en $20 dólares por hora, no deberías cuidar niños más de 25 horas por mes, a menos que la tarea te dé mucha alegría y el dinero no sea tu principal motivador.

Mi conclusión

Entonces, ¿cómo puedes reducir tus gastos con un buen acuerdo? Una red de contactos es fundamental. Las oportunidades surgen en cualquier momento y una red de amigos, conocidos y familiares puede ayudarte a estar conectado y al pendiente de cualquier buena ocasión.

Con mucho, las mejores oportunidades provienen de conocer a las personas adecuadas. Asegúrate también de relacionarte con personas mayores.

Muéstrales que eres responsable. Cuéntales sobre tu trabajo. ¿A quién no le gusta asociarse con alguien que tiene una buena ética de trabajo? Háblales de los lugares donde hayas trabajado como voluntario. Habla sobre tu familia. Hace tiempo me quedé en una casa de alquiler muy económico. El propietario dijo que era “refrescante” conocer a una “persona joven” que estuviera orientada a la familia.

Estas oportunidades pueden ser benéficas para todos; ya sea cuidando a un border collie o ayudando a un residente o una persona mayor. Así que no dudes en establecer contactos y encontrar posibilidades de cerrar un buen acuerdo. Nunca se sabe cómo pueden funcionar las cosas. Y al final, lo peor que puede pasar es que te digan que no. Y el no, ya lo tienes.