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La educación financiera y la independencia financiera comparten una relación que incluye el conocimiento y las habilidades necesarias para tomar decisiones financieras acertadas. La independencia financiera es el logro de un nivel de activos e ingresos que te permita vivir el resto de tu vida libre de preocupaciones financieras, sin trabajar ni complementar tus ingresos.
Ambos existen en un espectro; puedes tener poca educación financiera o puedes tener mucha, puedes no tener independencia financiera o puedes ser completamente independiente financieramente. Exploremos esas ideas un poco más.
¿Qué es la educación financiera y la independencia financiera?
La educación financiera es una combinación de conocimiento y habilidad; a veces se denomina la capacidad financiera. El conocimiento por sí solo no te hace hábil; necesitas aplicar el conocimiento en el mundo real para ganar habilidad. Así como ver videos de plomería en Youtube no te convierte en plomero, adquirir conocimientos financieros no te convierte en una persona financieramente alfabetizada.
La habilidad proviene de la aplicación del conocimiento.
La independencia financiera puede considerarse simplemente como el punto en el que la jubilación es asequible y el trabajo es opcional. Pero hay varios niveles dentro de esos límites. La jubilación podría, por ejemplo, ser asequible siempre que no hagas nada; esa no es la jubilación a la que aspira la mayoría de la gente.
Tendría más sentido para nosotros pensar en la independencia financiera contextualmente, un punto en el que puedas permitirte el estilo de vida de jubilación que deseas, libre de preocupaciones financieras. Sentirte libre de preocupaciones financieras te garantiza:
- Capacidad de hacer lo que quieres hacer
- Dejar de preocuparte por el costo de tus gastos médicos
- Alejarte de los estragos de la inflación
- La inconstancia de los mercados
- Circunstancias imprevistas que pueden surgir
En contexto, la independencia financiera tiene niveles: uno en el que el trabajo es opcional, pero aún no se cumple el estilo de vida deseado. Este sigue siendo un logro importante, pero no es el lugar para detenerse. En última instancia, si has construido los recursos que te permitirán que la jubilación que deseas sea asequible y el trabajo opcional, entonces serás verdaderamente independiente desde el punto de vista financiero.
Metas de la independencia financiera
Esto se puede incorporar a las metas, primero apuntando a la independencia financiera básica; luego a un nivel cómodo de independencia y luego a la verdadera independencia, con libertad para vivir con el estilo de vida que deseas.
Pero lograr la independencia financiera no significa lo mismo que la jubilación. Muchas personas se jubilan sin poder pagar su retiro; tendrán que sacrificarse para salir adelante. Muchas personas logran la independencia financiera y no pasan directamente a la jubilación.
Sin embargo, obtienen libertad financiera, que a menudo es el objetivo tácito.
Los participantes en el movimiento de jubilación anticipada de independencia financiera (FIRE) pueden o no planear jubilarse por completo si alcanzan la independencia financiera a una edad temprana. Algunos pueden optar por hacer un trabajo diferente y ganar la increíble libertad que viene con ser financieramente independiente y saber que no necesitas trabajar, mucho menos dedicarte a algo que no desees hacer.
Eso, para muchas personas, es lo más atractivo: la libertad laboral y de estilo de vida que proviene de ser financieramente independiente, la libertad de dónde vivir, de cómo vivir, de dónde y si trabajar: eso es lo que hace que los sacrificios de FIRE valgan la pena.
Objetivo de la educación financiera
El espectro de la educación financiera comienza con una base. Primero prendemos los conceptos básicos: cosas como la elaboración de presupuestos, el valor del dinero en el tiempo, el riesgo frente a la recompensa y las técnicas de diversificación y gestión de activos.
Continuamos después con las cosas que nos permiten mantenernos firmes en situaciones inesperadas: un fondo de emergencia, protección adecuada. Luego pasamos a los aspectos más glamorosos del bienestar financiero, la inversión y la creación de riqueza. Pero primero necesitamos los cimientos, o lo que construyamos será frágil y estará en peligro.
Adquirimos habilidades al hacer, pero solo al hacerlo cuidadosamente, con intención. El conocimiento sin acción no nos reporta ganancias; la acción sin conocimiento puede producir resultados indeseables. Necesitamos conocimiento para encontrarnos donde estamos, y una acción prudente, informada para enfrentar los retos de cada día. Financieramente, necesitamos aprender a caminar antes de correr.
Trabajamos con el conocimiento financiero y buscamos la independencia financiera dentro del sistema económico. El sistema cambia con el tiempo, por lo general lentamente y a veces de forma disruptiva. No podemos dormirnos en los laureles; debemos seguir el ritmo de los cambios en el entorno, y discernir en ese contexto lo que nos va a servir para el futuro y desechar lo que ya no nos es útil. Y esto nos ayuda tanto en las finanzas como en la vida en general.
Hay mucho qué aprender, pero no tiene por qué ser difícil.
Aprendemos a caminar por pasos. Necesitamos centrarnos en el siguiente conocimiento que necesitamos o en la próxima acción a tomar.
Y debemos hacerlo en el contexto de a dónde queremos llegar, ya sea la independencia financiera o la educación de nuestros hijos o alguna otra meta. Los principios son los mismos: necesitamos el conocimiento, necesitamos tomar las medidas apropiadas, basadas en ese conocimiento y los detalles de nuestra situación, para movernos mejor en la dirección de nuestras metas.
La conclusión
La educación financiera y la independencia financiera comparten una relación. La educación financiera es un conjunto de herramientas y habilidades que nos ayudarán a alcanzar la independencia financiera. La probabilidad de lograr la independencia financiera sin educación financiera es muy baja; algunos llegarán allí por accidente, pero no muchos. La educación financiera puede permitirle tomar el control y hacer que el logro de tus objetivos sea definitivo en lugar de probable. La educación financiera, en última instancia, es la libertad financiera.