De una a dos personas entre cada 10 en México experimentó algún tipo de trastorno mental en 2020. Según un estudio del IMSS, casi el 20% de la población mexicana sufre de algún trastorno mental . Cada vez más personas están estresadas, ansiosas o deprimidas, muchas hasta el punto de necesitar ayuda profesional, pero para la mayoría encontrar una terapia accesible a sus finanzas personales es casi imposible.
El costo de la atención médica aumenta aproximadamente un 16% cada año, según la AMIS. Debido a esto, es cada vez más difícil encontrar una terapia accesible y que en términos de presupuesto ¡no suponga una fuente adicional de estrés!
Cuando el dinero es una preocupación es difícil pensar en invertir recursos en tu salud mental.
Dicho esto, según la Organización Mundial de la Salud, pierdes más días de trabajo y eres menos productivo cuando sufres una enfermedad mental que cuando padeces otras afecciones crónicas.
En tus manos está dar el primer paso hacia ser una persona más feliz y productiva. Te presentamos algunas pautas para conseguir que la terapia psicológica sea accesible.
1. Consulta con tu seguro
Si tienes aseguradora, tu primera acción debe ser verificar cuál es tu cobertura y cuánto te costaría incluir este beneficio. Tu copago por visita al terapeuta puede ser más accesible de lo que pensabas.
Tu seguro también puede tener especificaciones sobre los proveedores que puedes consultar. Por ejemplo, tu seguro puede cubrir solo a un trabajador social, no a un psicólogo. Muchos trabajadores sociales están capacitados para impartir determinados tipos de terapia a precios accesibles.
Si sabes que necesitas algún tipo de terapia y esta no es accesible, o tu seguro no lo cubre, ¿cuáles son tus opciones entonces?
2. Pregunta a los terapeutas acerca de una escala móvil
Una vez que encuentres un terapeuta, pregunta si acepta ser retribuido sobre una escala móvil o propón un sistema de pago accesible para tus finanzas personales antes de tu primera cita.
Puede parecer incómodo, pero está bien hablar sobre el pago. Mucha gente está en el mismo barco.
El terapeuta debe trabajar contigo. Si no está dispuesto a hacerlo, indícale cortésmente que no puedes pagar sus servicios y busca otro que esté cubierto por tu seguro.
3. Busca recursos comunitarios
Muchas comunidades tienen clínicas de bajo costo. El IMSS brinda estos servicios y muchas escuelas suelen tener psicólogos para los niños y sus familias.
Encontré uno cerca de mí que ofrece servicios de salud de atención primaria, asistencia en caso de adicciones y abuso de sustancias, tratamientos de salud mental, exámenes de salud conductual para pacientes ambulatorios y atención psiquiátrica, entre otros servicios.
4. Considera el tratamiento en línea o la telemedicina
A menudo, las limitaciones de la terapia en lo que respecta a tus finanzas personales y tiempo pueden ser factores desmotivadores para obtener la ayuda necesaria.
Afortunadamente, ahora es posible obtener una terapia accesible desde tu computadora o teléfono móvil en un horario que funcione para ti. Existen recursos que para mucha gente han sido claves en momentos difíciles. El DIF cuenta con un servicio
5. Prueba una clínica de entrenamiento
Las instituciones que capacitan a la próxima generación de psicoterapeutas y psiquiatras a menudo ofrecen servicios de salud mental con descuento o gratuitos atendidos por los propios estudiantes.
Llama a los programas de posgrado de consejería o psicología para ver si ofrecen una clínica de capacitación.
Los estudiantes que buscan un título, pero que no tienen la licencia completa, trabajan bajo la supervisión de un terapeuta con licencia y pueden ser una excelente opción para una terapia asequible.
6. Sé creativo
Si ninguna de estas opciones funciona, hay otros recursos disponibles que pueden ayudarte a que la terapia sea accesible.
Si eres religioso, comunícate con tu congregación. El clero puede brindar asesoramiento por sí mismo o ayudarte a conectarse con otro recurso. De manera similar, tu centro comunitario local puede ofrecer terapia u otros servicios de salud mental a quienes no pueden pagarlos de otra manera.
Conclusión sobre cómo hacer que la terapia sea accesible:
Como ex trabajadora social, sé que satisfacer tus necesidades de salud mental es vitalmente importante. Si realizas la investigación apropiada y formulas las preguntas adecuadas, puedes encontrar la terapia necesaria y accesible (y otros recursos) para garantizar tu bienestar mental.