El camino hacia la educación financiera es complejo para todos. Pero, especialmente las mujeres muy a menudo se sienten sobrepasadas por el desconocimiento y la falta de información básica para tomar decisiones que afectan sus finanzas y las de su familia. Tal es el caso de Lucy Corcorán, una joven de 23 años recién graduada que está lista para invertir en su futuro y no sabe por dónde iniciar. 

Lucy Corcorán nos cuenta: “No hay muchas campañas de información dirigidas a mujeres jóvenes”. “Mi banco debería comunicarse conmigo y asesorarme acerca de cómo invertir, pero nadie lo ha hecho”.

Entonces, ¿por dónde empezar?

Estadísticas sobre planificación financiera para mujeres

Según los indicadores del mercado laboral colombiano presentados por el DANE con corte a julio 2021, la tasa de ocupación de los hombres es de 50,6%, mientras que la ocupación de las mujeres llega al 32,4%, porcentaje al cual pertenece Lucy Corcorán. 

A pesar del hecho de que el 50% de las personas en Colombia que cuentan con un título universitario son mujeres y que el 45% de los puestos de alta dirección los ocupan mujeres, la información indica que hay un menor conocimiento de temas financieros en comparación con sus contrapartes masculinos. 

Aprendiendo a invertir: la historia de Julia 

Julia Martínez trabaja en una banca de inversiones y después de años de trabajo ha logrado reunir cerca de 50 millones de pesos en activos. Sin embargo, Julia tenía ese dinero en su cuenta corriente, sin generar ningún rendimiento, simplemente estaba estático. Por esto decidió consultar con un asesor patrimonial, pues luego de haber vivido una recesión en su vida, Julia tenía miedo de invertir en los mercados. 

El asesor, después de evaluar el nivel de tolerancia al riesgo de Julia, decidió apostar por un enfoque cauteloso. El dinero fue invertido en una cartera diversificada de 12 fondos negociados en bolsa, destinando así de forma proporcional en acciones, bonos y bienes raíces. 

La iniciativa de inversión está dando más frutos de lo que obtendría Julia dejando su dinero en una cuenta corriente. Sin duda, había un componente educativo enorme que Julia no conocía. 

“Esto se conoce como brecha de conocimientos financieros. Nadie le había planteado de manera simple sus opciones financieras o de inversión”.

La educación financiera nos lleva a entender la importancia de los ahorros e inversiones inteligentes, lo cual es realmente importante. Cuanto más sabemos de un tema y lo entendemos, menos miedo tenemos. Así que la recomendación es buscar libros sobre finanzas e inversiones, videos, tutoriales y sitios webs que brinden información útil, clara y concisa, como CentSai

Inscribirse en clases de finanzas para mujeres

Uno de los pasos más importantes para mejorar la mentalidad financiera y la relación con el dinero es conocer sobre la planificación financiera, tal como ya lo hemos dicho. 

Por tanto, una mujer que desee hacerse dueña de sus decisiones financieras tiene que tomar la iniciativa y buscar recursos educativos para informarse y formarse. 

La idea de tomar estas clases es administrar de forma correcta el dinero, hacer negocios inteligentes, resolver problemas de deudas, estudiar las distintas oportunidades de inversión, etc. 

Por ejemplo, Camila Beltrán, de 26 años, tomó una clase de planificación financiera personal en la universidad, gracias a ello, ahora destina 400 mil pesos al mes a un fondo de inversión colectiva.  

“En el entorno de una clase formal se da una familiaridad con los conceptos y los productos de inversión y financieros disponibles que de otro modo no estaría allí”, dice Cygan, autor de La alegría de la seguridad financiera.

En Internet puedes encontrar variedad de cursos sobre planificación financiera, así como institutos en línea como Coursera, Platzi y Alison (incluyendo su curso sobre Educación Financiera). 

Aprovecha los beneficios para empleados

También podemos aprender sobre la planeación financiera apoyándonos en los recursos y programas que ofrezca la empresa donde trabajamos.. El departamento de Recursos Humanos de tu empresa puede asesorarte y comentarte si existe algún tipo de beneficio o participación para empleados en fondos de ahorros o inversiones. 

Es importante saber cuáles son los beneficios que ofrece el fondo de ahorro con el que trabaja tu empresa, así como preguntar sobre el tiempo libre remunerado y los distintos tipos de capacitación a los empleados. Evalúa si ese fondo de ahorro te sirve o si tiene mayor rentabilidad optar por un fondo privado. 

No sientas vergüenza al preguntar sobre este tipo de temas. Ser proactiva te hará lucir más fuerte y comprometida en tu trabajo. 

Planes de compra de acciones para empleados

Estas son situaciones que no son privativas de Colombia. El déficit en temas de educación financiera recorre el planeta como lo demuestra la historia de Darla.

Después de graduarse de la universidad, Darla se mudó a la ciudad de Nueva York. Allí consiguió un empleo en una empresa que cotizaba en la Bolsa, con un salario que le permitía tener un excedente de efectivo. Sin embargo, a sus 27 años no estaba aprovechando al máximo las ventajas que ofrecía su empleador.

La asesora financiera de Darla, Kaya Ladejobi, le sugirió que se inscribiera en el plan de compra de acciones para empleados de la compañía (ESPP) a 17 dólares por acción.

“Si la empresa te ha concedido un descuento para comprar acciones de la empresa, podrías venderlas con beneficios en una fecha posterior si la cotización se incrementa”, le explicó Ladejobi.

“Esto aumenta su margen de beneficio en comparación con si hubiera comprado esas acciones a valor de mercado porque incluso si el precio de las acciones sigue siendo el mismo, todavía ha ganado dinero. Si las acciones se aprecian más, sus ganancias aumentan “.

Los trabajadores contribuyen a dichos planes mediante deducciones de nómina, que se acumulan entre la fecha de oferta y la fecha de compra. “Algunas acciones calificadas ofrecen hasta un 15% de descuento del valor de mercado accionario”, dice Ladejobi. “Este es el escenario más común y recomendaría aprovechar ese 15%”.

Ten en cuenta que si acabas de comenzar en un trabajo, es posible que no puedas aprovechar al máximo las opciones sobre acciones de la empresa, ya que muchas compañías tienen un “período de adquisición de derechos” o una cantidad de tiempo designada para esperar antes de comprar las acciones reales.

“Adquirir es un término legal que esencialmente significa otorgar o ganar un derecho a un beneficio inmediato o, más frecuentemente, un beneficio futuro en forma de pago o la recepción de un activo”, nos dice el abogado de derecho comercial David Reischer.

Además, poseer acciones en una sola empresa, sobre todo de la empresa en la que trabajas, no está exento de altibajos. “La desventaja de las opciones sobre acciones es que un empleado puede trabajar muchos años antes de que estas se consoliden. Las condiciones financieras de la empresa pueden cambiar significativamente en un período largo”, agrega Reischer.

“Al invertir en un plan de compra de acciones con descuento, ha comprado las acciones a un precio inferior al valor de mercado”, dice Ladejobi.

Participar en un plan de compra de acciones de un empleador es un movimiento de planificación financiera inteligente para las mujeres que puede ayudar a cerrar la brecha salarial de género. Pero este recurso no compensa una política injusta de paridad salarial.

La brecha salarial de género en Colombia ronda el 36%; es decir, las mujeres colombianas ganan 36% menos que los hombres para el mismo puesto, las mismas responsabilidades y el mismo perfil profesional.

Cuentas de ahorro de salud

Para las trabajadoras que cuentan con un plan de salud con deducibles altos, esto potencialmente podría ser tanto un beneficio fiscal como un beneficio de inversión.

Un seguro permite a un empleado deducir una cantidad designada de su cheque de pago libre de impuestos y depositar esa cantidad en una cuenta que se utiliza para gastos relacionados con la salud. Cada aseguradora tiene sus propias políticas. Asesórate para sacar el máximo beneficio de tu seguro.

Emprendimiento para mujeres

Para las mujeres que desean avanzar profesionalmente y quieran desempeñarse en un área específica, o que tal vez se sientan insatisfechas en su empleo actual, emprender puede ser una muy buena opción, según Barbara Roberts, autora de Viajes emprendedores de mujeres y emprendedora residente en la Escuela de Negocios de Columbia.

Barbara nos comparte que nunca es demasiado tarde para iniciar tu propio negocio. “Cada mujer tiene un problema único que debe resolverse. Si eres infeliz en tu trabajo o estás buscando crear tu propia riqueza, tal vez seguir tu pasión y comenzar un negocio pueda resolver esos problemas”.

Cabe mencionar, que al dejar un trabajo convencional y emprender, hay unos cuantos desafíos de iniciar tu propio negocio a los que debes enfrentarte. Así que al momento de considerar emprender, primero crea un plan de negocios, haz una investigación de mercado y considera si tu producto o servicio es algo que la gente realmente necesita. Considera aprovechar los recursos que pueden ofrecerte las organizaciones y entes como ACOPI (Asociación colombiana de las micro, pequeñas y medianas empresas). 

Planificación financiera para mujeres y millennials

La desconfianza hacia el sistema financiero por parte de los millennials se debe en gran parte a la falta de dirección financiera entre las mujeres jóvenes. Es un hecho que hay una desconfianza notoria. 

Cada vez son menos los millennials que cuentan con algún instrumento de inversión tradicional. El mercado parece apostar por instrumentos nuevos, como el bitcoin, pero la volatilidad que entrañan no permite que una emprendedora millenial pueda confiar fácilmente en ellos como una alternativa sólida para su crecimiento.

A pesar de estos desafíos, la poca educación financiera, la desigualdad salarial y la esperanza de vida, es importante no perder la esperanza y trabajar en beneficio de una mejor educación financiera para las mujeres. 

Para ello, es conveniente que las entidades y los profesionales de la industria diseñen y brinden herramientas financieras y educativas con enfoque de género, que respondan a las necesidades específicas de las mujeres, que faciliten el acceso a la información y las acompañen en el proceso de toma de decisiones.