5 formas prácticas de educar a los adolescentes sobre el dinero

En ocasiones, los adultos se quejan que a los adolescentes no les importa el dinero, que no están preparados mentalmente para manejarlo y que no están en la edad para entender los asuntos económicos. Pero, son estos mismos padres los que no parecen estar interesados en que sus hijos adolescentes aprendan al respecto,  y por tanto, no les enseñan cómo tomar buenas decisiones con respecto a sus finanzas personales. 

 

Sin embargo, los adolescentes, al ser curiosos y tener una mente más activa, pueden aprender sobre el dinero si se les da la oportunidad. Los adolescentes aprenden rápido, son inteligentes y capaces de aprender cómo administrar el dinero y tomar decisiones acertadas. 

 

Hay padres que sirven de ejemplo a sus hijos y son excelentes guías para enseñar a los adolescentes a prepararse para su futuro financiero desde un sentido práctico. Es posible que den a sus hijos libertad y responsabilidad para que aprendan a administrar el dinero desde temprana edad. 

Hoy te compartimos 5 trucos para enseñar a los niños y adolescentes el valor del dinero y cómo administrarlo

1. Una asignación

Dependiendo de las prioridades y capacidades familiares, los adolescentes pueden beneficiarse o no de una mesada para el colegio o para sus salidas. También es cierto que muchos adolescentes tienen un trabajo de medio tiempo en la panadería o en el negocio de algún familiar para obtener el dinero que necesitan. 

Hay padres que no permiten que sus hijos adolescentes trabajen, y existen distintas razones para ello: una de ellas está relacionada con que el hijo esté inscrito en actividades extracurriculares por las tardes (bien sea baile, danza, clases de inglés, etc), lo que significa que no tendría espacio ni tiempo para trabajar. En este caso, una mesada resulta ser un método valioso para enseñar a los adolescentes sobre el dinero y su manejo. 

 

2. El sistema de sobres

El sistema de sobres es algo que hasta un niño de 5 años puede entender y aprender. Este sistema consiste en darle a los niños y adolescentes tres sobres: uno para ahorrar, otro para gastar y otro para dar. El dinero que usan para llenar estos tres sobres es el dinero de la mesada, por tanto, deben administrarlo muy bien, y es aquí donde entra la tarea de los papás.

Por ejemplo, se les puede dar 15 billetes de 2 mil pesos colombianos  y de ese dinero deberán sacar algo para cada sobre. Ya dependerá del adolescente si pone más dinero en el sobre de ahorros o gastos. Sin embargo, es recomendable explicarles y orientarlos para que puedan motivarse a tomar decisiones correctas con respecto al dinero. 

A medida que vayan creciendo, se pueden aumentar las asignaciones, por ende, la cantidad de sobres y dinero para cubrir sus metas. Este sencillo ejercicio les enseña que necesitarán dinero para gastar, pero que deben también ahorrar parte de sus ingresos y dar a otros que son menos afortunados. Esto sin duda los puede hacer disciplinados en su vida adulta. 

 

3. Planificar las comidas y comprar alimentos 

Cuando los niños llegan a la etapa de adolescentes es el momento perfecto para involucrarlos de poco en poco en decisiones del hogar, y cocinar o hacer una comida especial puede ser una de ellas. Por ejemplo, una vez a la semana se les puede poner a cargo del almuerzo o la cena; esto incluye escoger su plato favorito y hacer la lista de ingredientes a usar. 

Teniendo la lista de ingredientes, es momento de evaluar si en casa están esos ingredientes, si faltan algunos, y es momento de ir al mercado y hacer compras. Hay que motivarlos a que conozcan los precios y busquen las mejores alternativas y a entender qué significa la relación calidad/precio de los productos. Luego al llegar, ellos mismos serían los encargados de hacer la comida en casa.

Esta práctica es perfecta para que aprendan a cocinar comidas básicas y a comparar precios y conseguir las mejores ofertas en alimentos del supermercado. Este ejercicio debe ser constante para crear en ellos un verdadero aprendizaje. 

 

4. Compra de ropa

El ejercicio de las compras en el supermercado es similar a este ejercicio. En este caso hay que ponerlos a cargo de comprar su propia ropa con el objetivo de aprender sobre el dinero. También tiene que relacionar costo con la calidad y buscar ofertas. Ten presente que siempre deben ser acompañados durante todo el proceso, y tienen que sentir el apoyo sin sentirse vigilados u obligados a actuar de una manera. 

Lo ideal es hacer de este ejercicio algo divertido y emocionante para ellos. Pueden bien sea optar por comprar ropa de segunda mano en buen estado o en tiendas de centro comercial. Esto ya es decisión de cada padre. 

Luego de un tiempo, se les puede motivar a ir solos. Puede que comentan errores comprando prendas muy costosas, pero también es la forma en la que aprenderán. 

 

5. Oportunidad de negocio 

Se puede enseñar sobre dinero no solo a los adolescentes, también a los niños más pequeños. Y otra muy buena idea es motivarlos a crear sus propias oportunidades de negocios. 

Se les puede enseñar a vender prendas o juguetes que ya no usen. Dar clases de matemáticas o de una asignación escolar que manejen bien a niños más pequeños. También pueden apoyarse en la venta de artículos por catálogos, por ejemplo, Avon o Cyzone. Podrían ir de puerta a puerta en el vecindario o en el círculo familiar ofreciendo los productos y recibir a cambio la comisión correspondiente por parte de la empresa. Este último ejemplo del catálogo debe hacerse bajo la supervisión de un adulto, el adolescente no podrá ir solo ni la empresa se hace responsable. 

También puede ser opción vender entre los niños del vecindario o en el parque cerca a su casa dulces o postres. 

Este tipo de oportunidades pueden convertir a los adolescentes en emprendedores con conocimientos de dinero. 

 

Último consejo…

Hacer estos esfuerzos y enseñarle sobre cómo administrar y usar el dinero puede traer grandes resultados a la familia. Recuerda la importancia de reforzar todo lo bueno que están aprendiendo y hazles sentir que estás orgulloso y satisfecho. ¡Verás crecer su autoestima como una hermosa planta!