Las mujeres actualmente están obteniendo más ingresos de lo que solían ganar hace 20 o 50 años, se están casando más tarde y, en general, son más independientes, viven sus vidas a su propio ritmo y bajo sus propios términos, con o sin pareja. Sin embargo, a pesar de todos los avances,las mujeres todavía ganan menos que los hombres, aun cuando se dedican a las mismas funciones laborales. Esto es lo que se conoce como brecha salarial de género

¿Qué es la brecha salarial de género? 

Las mujeres en Colombia ganan hasta un 12,1% menos que los hombres, según estadísticas publicadas por el DANE y un estudio presentado por CEPAL. Siendo así que por cada $100 pesos de remuneración que recibe un hombre, la mujer obtiene $94. A simple vista esa brecha salarial no parece grande, pero equivale a miles de pesos durante la vida de una mujer. 

Los derechos de las mujeres se han visto afectados desde tiempo atrás, al igual que la desigualdad de género, esto ha sido un problema histórico. Durante la Primera Guerra Mundial, las mujeres se unieron y se declararon en huelga en el Reino Unido cuando se dieron cuenta que iban a recibir menor remuneración que los hombres por realizar exactamente el mismo trabajo. 

Estas mujeres se apoyaron en el sufragio femenino para hacer valer sus derechos y procurar una igualdad de género a nivel laboral. Por tal motivo, grupos de mujeres y sindicatos iniciaron una movilización para exigir igualdad de remuneración y prestaciones por desempleo como parte de una cuestión electoral. 

Con el fin de cumplir con ese objetivo, las mujeres siguieron esa lucha, la cual se extendió hasta la Segunda Guerra Mundial y se convirtió en una demanda común entre los sindicatos y grupos de mujeres en la década de 1950. 

Aunque la brecha salarial en Colombia y a nivel mundial se ha reducido ligeramente desde la época de la Primera Guerra Mundial, aún falta mucho por lograr. Los salarios han variado los últimos años y sin embargo, la brecha salarial entre mujeres y hombres no ha reducido significativamente. El objetivo es lograr que la legislación y las distintas entidades a beneficio de la igualdad salarial nivelen el campo de juego, y que así, las mujeres puedan disfrutar del mismo salario que sus homólogos masculinos. 

Si quieres aportar al cambio de la brecha salarial actual en Colombia, puedes empezar a tener en cuenta los siguientes aspectos: 

1. Haz tu tarea

Durante tu búsqueda laboral deberás tener claro cuánto vale tu trabajo y lo que sabes a nivel profesional. Descifrar cuánto sería el número exacto puede ser abrumador, ya que el salario depende del título universitario, las responsabilidades, la experiencia, el puesto a postularse, la empresa y la ubicación del trabajo. 

A tener en cuenta que una asesora comercial en Arauca no ganará posiblemente el mismo salario y comisiones que una en la ciudad de Bogotá o Medellín. 

“Es importante investigar tu industria y tener una idea de lo que se le paga a tus contrapartes masculinas.”, dice Heather Monahan, una experta en negocios y carreras.

2. Negocia (incluso cuando sea incómodo)

Hay dos realidades, existen innumerables estudios y encuestas que muestran que las mujeres negocian sus salarios menos que los hombres, tanto al inicio de la contratación como a lo largo de su carrera profesional. La otra realidad es que las solicitudes de las mujeres de un aumento salarial tienen menos éxito que las presentadas por los hombres, según un estudio publicado en 2018 por Harvard Businness Review. 

Hay muchas mujeres que efectivamente no negocian su salario, aun cuando están en un trabajo tradicional por más de cinco años, y esto puede deberse a que piensan que tienen “suerte” de tener ya un trabajo y para evitar pasar por codiciosas. Es posible que estas mujeres pierdan mucho dinero por decidir ir a lo seguro. 

Aun así, es importante resaltar que las mujeres también pueden negociar su salario o pedir un aumento tal como lo hacen los hombres.

Esto significa que sí tenemos posibilidades, solo que nos hemos acostumbrado a aceptar lo que se nos ofrece. Es importante recordarnos a nosotras mismas y a nuestras compañeras de trabajo, el valor profesional y personal que tenemos en la empresa. Entonces podemos decir que sí existen más oportunidades de negociación de las que creemos. Al dar ese paso estarías logrando más de lo que tienes y obtendrás más respeto por parte de tus empleadores.

“La mayoría del tiempo, una mujer se inventa una razón por la cual la empresa no puede darle un aumento, antes de pedirlo”,  “Siempre pide más antes de negociar”, “Recuerda que cuando renuncias a algo en una negociación, necesitas recibir algo a cambio”. dice Monahan.

En otras palabras, si intentas negociar con tu empleador un aumento de salario y este no lo aprueba, atrévete a negociar beneficios extras a los que ya tengas. Pide más tiempo libre, más días de trabajo desde tu casa, salidas más temprano, descuentos u ofertas en los productos o servicios que ofrece la empresa u otro beneficio que desees¡Atrévete y exige tu derecho! 

3. Aumenta tu confianza 

Tener confianza en ti y en tus capacidades laborales puede impulsarte a pedir lo que te corresponde o quieras sin titubear. Puede ser complicado, pero tienes que intentarlo, al tener confianza en ti estarás a un paso de solucionar la brecha salarial de género. Así que, cree en ti y en tu potencial. 

4. Invertir, invertir, invertir

Las mujeres tienden a vivir más que los hombres, en promedio ellos viven hasta los 73 años, mientras que las mujeres hasta los 78, pero no invertimos tanto en nuestro bienestar como los hombres. Es importante que las mujeres cambien esa realidad, que empiecen a cuidar de sí mismas, que inviertan en su bienestar y cuidado; asimismo, es crucial que las mujeres inviertan a largo plazo y permitan que su dinero trabaje para ellas. 

Comprométete contigo y con tu futuro haciendo un  compromiso para empezar a invertir. Permite que tu dinero trabaje para que seas tú quien disfrute de los frutos. Emprender e invertir pueden ayudarte a mediano plazo a crear tu libertad financiera, así que ahorra suficiente y ve por las mejores oportunidades. 

Invertir al inicio puede parecer aterrador, pero es una decisión inteligente a largo plazo. De ser necesario prepárate financieramente, busca cursos en línea, invierte en libros sobre finanzas personales o asesórate con un profesional. 

También puedes utilizar la calculadora de esperanza de vida para planificar cómo hacer que tu dinero trabaje para ti a lo largo de tu vida e invertir sabiamente.

Lo que las mujeres deben considerar financieramente en cada etapa de su vida

-A tus 20: edúcate y ahorra

Edúcate sobre las finanzas personales, ahorra para tu futuro, paga a tiempo las cuotas de tu crédito estudiantil en caso que tengas uno, construye un historial de crédito, evita las deudas y las compras impulsivas, evalúa las opciones de jubilación y aprovecha sus beneficios fiscales. Prepárate para invertir. 

-A tus 30: ahorra para tu retiro y compra una casa

Asegúrate de realizar las contribuciones para tu retiro y que estas se alineen con tus objetivos. Haz un presupuesto que te permita cumplir con tus metas financieras a futuro. Comienza a ahorrar para la universidad de tus hijos y compra una casa.  

-A tus 40: Gasta de forma inteligente y habla con tus padres sobre su vejez

Sé inteligente al gastar, respeta tu presupuesto y ahorra todo lo que puedas. Aumenta las contribuciones de tu plan de jubilación y conversa con tus padres sobre cómo pueden prepararse para cuando sean mayores, esto te permitirá estar tranquila y prepararte en caso que debas ayudarlos a futuro. 

-A tus 50: Haz del ahorro tu prioridad

Procura que tu cartera de inversiones esté orientada a salvaguardar tu dinero en lugar del crecimiento. Es momento de contratar a un asesor financiero para evaluar cuánto necesitas para alcanzar tus metas financieras y asegurar tu bienestar. Si tienes un emprendimiento o idea de negocio es momento de revisar el plan de negocio y evaluar su estado actual.

-A tus 60: Revisa tu cartera  

Reevalúa tu cartera; investiga cuál es tu situación en Mi Seguridad Social en cuanto a tu EPS y caja de compensación; considera seguir generando dinero a tiempo parcial como consultora, con tu emprendimiento o negocio. Y si quizás no has emprendido, podrías iniciar ahora. 

-A tus 70 y más: Disfruta de tu jubilación

Llegada a esta edad es momento de disfrutar de todo el esfuerzo realizado durante tu juventud. Disfruta de tu retiro, pero continúa vigilando tu cartera, apóyate en un asesor financiero de ser necesario para administrar el riesgo y asegurar que tu dinero no se agote.  

Lo importante es… 

Hay distintas alternativas y soluciones a la brecha salarial de género. Atrévete a exigir tus derechos, valora tu trabajo y lo que sabes hacer, crea tu propio plan de libertad financiera, procura ser fiel a tu ahorro y a las contribuciones para tu jubilación. Bien es cierto que hay ciertos factores que se escapan de nuestras manos, sin embargo, tenemos que procurar que todas se atrevan a generar juntas un  cambio. 

Mientras tanto, estos pasos pueden ayudarte a ganar más dinero y a crear mecanismos para lograr la independencia financiera.