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Cuando el estudiante esté listo, aparecerá el maestro. Y esta no es una frase nueva que inventé para demostrar lo sabia que soy. Realmente es cierto, y es la forma en que puedes mejorar tu actitud hacia el dinero.
No es un acto de magia, ni tiene que ver con poderes sobrenaturales; es mucho más sencillo de lo que piensas. Porque cuando el alumno está listo, de repente buscará y aceptará buena información de una fuente que lo ayude a lograr su objetivo.
Es algo así como Dorothy en El mago de Oz, que siempre tuvo el poder de “irse a casa”. Simplemente no lo sabía.
Si estás en esa posición, no te preocupes. Yo también lo estaba, y logré superarlo.
Cómo mi actitud hacia el dinero afectó mi vida
Durante la mayor parte de mis años 20 y principios de los 30, probablemente nada de lo que hubieras podido aconsejarme sobre cómo manejar mi dinero habría podido convencerme de tomar mejores decisiones.
Tenía dinero y era muy terca sobre cómo gastarlo. Nací en una familia de clase media con una sólida posición, pero en realidad nunca quise nada. Tenía la universidad asegurada e incluso me dieron un carro nuevo a los 16 años.
Navegué sin problemas la primera parte de mi vida adulta. Aunque, la verdad, si leyeras mis diarios de entonces, nunca tenía dinero y siempre estaba quejándome por no tenerlo.
Es difícil mirar hacia atrás y pensar: “Si tan solo hubiera aprovechado mejor mi dinero, podría haberme ahorrado muchos dolores de cabeza”.
El hecho de que “debas” hacer algo, estar saludable o mejorar tus finanzas, no significa que vayas a hacerlo.
A menos que estés realmente listo, es posible que te tome un tiempo asimilar estos conceptos. Mientras no estés listo, perderás interés antes de obtener un buen resultado.
En mi caso, no fue hasta que pasé por una crisis laboral y financiera a principios de mis 40 años que tuve una fuerte llamada de atención y comencé a tomarme en serio mis finanzas.
Pasé de ser una trabajadora confundida y financieramente inestable a una persona financieramente segura e independiente, de la noche a la mañana. Al principio, fue por necesidad. Después, porque lo decidí así.
Cómo cambiar tu actitud frente al dinero
Si estás leyendo esto, probablemente sea porque quieres llegar a tener unas finanzas saludables. Pero incluso si ese no es el caso y llegaste a este punto por otras circunstancias, te invito a que consideres estos cinco consejos para mejorar tu actitud frente al dinero.
Evita situaciones de alto costo
Para muchas personas que son nuevas en el proceso de lograr la independencia financiera, puede resultar fácil salir con amigos y después intentar cuadrar las cuentas. Si a tus amigos les gusta gastar dinero, eso podría llevarte a un desequilibrio financiero por tratar de ir a su ritmo.
Una administración cuidadosa del dinero conduce a mejores resultados financieros.
También es posible que te guste asistir a conciertos, viajar en primera clase o recompensarte con fines de semana de compras en Amazon o en un centro comercial. Todas estas son situaciones que te llevarán a gastar dinero de más. Si solo sucede una vez cada dos meses, no hay mucho riesgo, pero si es tu fuente de entretenimiento semanal, estás en problemas.
En lugar de ir al centro comercial, considera salir a pasear al parque. Invita a tus amigos a ver una película. Hay formas frugales de ser social y disfrutar de tu tiempo sin agotar tus cuentas bancarias y sin sumar preocupaciones a tu mente en el proceso de consolidar tus finanzas personales.
Apégate a un presupuesto
Hacer un presupuesto es una habilidad esencial para los expertos en finanzas. Te ayuda a garantizar que no gastarás de más en un área de tu vida, mientras descuidas otras o gastas más de lo que tienes.
Aplicaciones como Monefy o Expense Manager te ayudan a registrar tus gastos y establecer un presupuesto que se ajuste a tu estado financiero personal. Esto hace que hacer un presupuesto sea fácil; y por tanto, que sea sencillo apegarse a él.
Hay varios tipos diferentes de presupuestos que puedes elegir, así que asegúrate de escoger el que mejor se adapte a tu estilo de vida.
El presupuesto de partidas, por ejemplo, implica un seguimiento de cada uno de tus gastos mensuales para asegurarte de que no estás gastando de más. El presupuesto de suma cero, por otro lado, implica gastar cada peso que tienes de acuerdo a objetivos específicos, por ejemplo, el arriendo, Netflix, un fondo de inversiones.
Otro tipo de presupuesto, el presupuesto de sobres, implica poner efectivo en sobres reales, de papel, designados para fines específicos. No necesitas gastar todo el dinero de estos sobres cada mes, pero este sistema te ayudará a garantizar que ciertas categorías, como el entretenimiento, no se interpongan en tu presupuesto de alimentación.
Hacer un presupuesto no es tan difícil como parece. Puedes configurar uno tú mismo o puedes buscar ayuda profesional. “Haz un análisis de tus necesidades financieras que comience con el objetivo final que tengas en mente y trabaja para estructurar cómo puedes llegar allí”, dice Michael Potorti, contador público y fundador de Aurelius Resources.
“Hacemos un análisis de los ingresos y hábitos de gasto actuales de un cliente para señalarle gastos innecesarios; luego proponemos una serie de cambios que encaminen a ese cliente y sus recursos hacia una situación de ganancia y riqueza”, agrega Potorti.
No importa qué tipo de presupuesto establezcas, se necesitará algo de determinación y fuerza de voluntad para apegarse a él. Pero después de unos meses de establecer metas y expectativas específicas, comenzarás a ver que tu actitud hacia el dinero cambia.
Pide ayuda
Administrar tus finanzas puede ser un trabajo muy solitario. Confiar tus finanzas a otra persona no es fácil. Requiere un nivel de confianza muy alto y eso es difícil de alcanzar.
Pídele a un familiar o amigo de confianza que se dedique a asesorar sobre finanzas que te ayude. Tal vez ambos puedan colaborar juntos para lograr que ninguno de los dos salga a cenar con demasiada frecuencia, o simplemente preguntándose entre sí cómo van los temas financieros. Esto puede parecer un paso pequeño, pero sin duda te ayudará a cambiar tu actitud frente al dinero.
Tu banco también puede ayudarte a cumplir con tu presupuesto. Trata de configurar pagos automáticos para tus facturas mensuales (arriendo, plan de datos del celular, servicio de luz, etc.) y establece una cuota para tu fondo de pensiones.
“La principal ventaja de un acuerdo de ahorro automatizado es la capacidad de ahorrar directamente para tu jubilación directamente desde tu nómina”, dice Kenny Senour, asesor financiero de Millennial Wealth Management.
“Desde el punto de vista de las finanzas conductuales, esta es una de las formas más fáciles de ‘pagarse a sí mismo primero’ y superar cualquier inercia de ahorrar dinero para la jubilación de manera consistente”, agrega Senour. “Esto se debe a que, cuando recibes tu dinero, estos gastos ya están hechos, lo que de alguna manera te da una sensación de libertad.”
Estar dispuesto a recompensar tu nueva actitud frente al dinero
Mejorar tu actitud hacia el dinero es un trabajo duro. Si vas a intentar algo que requiere autocontrol, como lo son las finanzas personales, querrás asegurarte de tener algún refuerzo positivo para evitar que te relajes.
El refuerzo positivo es una técnica de modificación del comportamiento que implica recompensas a cambio de un comportamiento benéfico y funciona de manera más rápida y efectiva que el castigo.
Al aplicar esta técnica a las finanzas, recompensarse a sí mismo puede ser tan simple como darte un premio semanal: por ejemplo, una buena comida fuera de casa a fin de mes.
Pagar una deuda es un objetivo muy abstracto para una persona promedio, por lo que contar con una recompensa concreta puede ayudarte a aceptar enfrentar restricciones a corto plazo. Permítete tener grandes recompensas después de lograr un objetivo importante y pequeñas recompensas por buenas decisiones cada día.
Aprende de tus errores financieros
Cometer un error como no pagar tu tarjeta de crédito, calcular mal un presupuesto u olvidarte de presentar tu declaración de impuestos a tiempo podría arruinar tu motivación para cambiar tu actitud frente al dinero. No dejes que eso te suceda a ti.
Eres un ser humano y sin duda cometerás errores. No lo olvides.
Incluso los expertos financieros a veces pasan por alto algo en sus finanzas diarias.
Cuando cometas un error, no te desanimes. Busca formas de evitar que ese problema vuelva a suceder. Si no pagaste un recibo, considera la opción de automatizar tus pagos. Si calculaste mal tu presupuesto, busca una aplicación o recurso que pueda ayudarte a optimizarlo. Si olvidaste hacer tu declaración trimestral de impuestos, configura una alerta en tu calendario para el próximo año.
No te limites por las cosas que te salen mal, aprende de ellas
El resultado final de tu cambio de actitud.
Si deseas mejorar tu actitud frente al dinero, no esperes a estar en bancarrota, con una deuda de millones de pesos o viviendo a crédito. La vida es mucho mejor cuando tienes el control de tus finanzas.
Cuando tengas dinero en el banco para emergencias, tu pensión y otros objetivos a largo plazo, verás una mejora en tu estilo de vida. Y mientras más joven seas en modificar tus hábitos financieros, mejor para ti. Tomarás posesión de tu vida y tu dinero. Y lo más probable es que estarás feliz de haberlo hecho.