Una vez que mi esposo y yo decidimos que queríamos formar una familia, comencé a pensar en formas en las que pudiera quedarme en casa con nuestro bebé durante los primeros seis meses de su vida, incluso si tenía que pedir una licencia sin goce de sueldo o renunciar.
México no tiene una cultura de previsión y ahorro para los momentos importantes de nuestras vidas. A pesar de que nuestro sistema de seguro social concede tres meses de permiso con goce de sueldo y se pueden sumar a este las vacaciones de la madre, aún está por plantearse el debate de la conciliación familiar y los apoyos que necesitan las familias para poder dedicar tiempo de calidad a los hijos durante al menos los primeros dos años.
Por el momento, este es un debate privado que se da en el interior de cada hogar y cada pareja que se convierte en padres de familia.
Cuando se trataba de planificar una incapacidad de al menos seis meses, iniciamos un pequeño fondo que poco a poco tratamos de hacer crecer al máximo hasta el embarazo.
Estos son mis mejores consejos para preparar tu incapacidad:
1.Construye tu fondo de maternidad igual como lo harías con un fondo de emergencia
Mi enfoque para construir un fondo de maternidad fue paralelo a cómo creé nuestro fondo de emergencia.
Para cuando comencé mi fondo de maternidad, ya teníamos un fondo de emergencia que contenía nueve meses de ingresos netos. Como esos estaban ya consolidados, pensé que podríamos ahorrar el equivalente a cuatro meses de ingresos netos la incapacidad por maternidad. Sí, elegí un objetivo relativamente pequeño.
Como madre, pensé que estaría confinada en casa o muy ocupada durante el día con el cuidado del bebé. No preveía que eso significara una gran cantidad de dinero, a pesar de que las necesidades claramente iban a incrementarse. Establecí el fondo de maternidad para cubrir todos los gastos fijos. Para otros gastos inesperados, podría recurrir a mi fondo de emergencia si lo necesitara.
2.Usa el síndrome del nido para despejar el desorden y ganar dinero
No puedo decir que personalmente comencé a “anidar” antes de tener a mi bebé. El famoso síndrome del nido indica que las mujeres embarazadas necesitan cuando limpiar todo y ordenar antes de que llegue el bebé. Esa sensación vino después de que llegó a casa mi angelito. ¡Quería despejarlo todo! Y me refiero a todo. Hice uso de sitios como www.segundamano.com.mx o www.vopero.com.mx para vender ropa en perfecto estado, muy de moda que podría traernos unos pocos dólares. Cuando me embaracé acababa de hacer una compra importante de ropa, mucha de la cuál devolví a la tienda utilizando su política de devoluciones.
3.Abre una lista de regalos para tu baby shower y piensa en lo que el bebé va a utilizar no solo ahora, sino durante al menos su primer año.
Mi baby shower fue uno de los mejores recuerdos que pude compartir con mis amigos y familiares. En mi tribu hay muchas mamás de todas las edades por lo que sus regalos eran prácticos y me mantuvieron bien abastecida de artículos esenciales para bebés.
El suministro de pañales y toallitas húmedas durante tres meses no tuvo precio. La cuna, los pañales, la pañalera y una silla balancín muy cómoda hicieron que el proceso de estar en casa fuera más sencillo. La mamá de la bebé también fue muy bendecida con una buena cantidad de libros y videos para aprender más de cómo realizar mejor mi trabajo de mamá primeriza.
Si pudiera regresar el tiempo, lo único que haría de manera diferente sería crear un registro para ayudarme a planificar mejor qué necesidades de ropa de bebé tendría durante los primeros dos años. La bebé creció muy rápido y el cambio de estación no le permitió disfrutar de toda la ropa que le regalaron.
4.El ajetreo de la incapacidad
Antes de dar a luz, la gente me decía que necesitaría descansar porque estaría agotada. Y tenían razón. Antes del nacimiento me tomé dos semanas en las que no hice otra cosa que dormir y descansar tumbada en mi cama.
Pero después de eso, tenía tanta energía que quería volver a mis intereses creativos y empresariales.
Durante mi incapacidad, continué lanzando ideas y asumiendo proyectos que disfrutaba. Este ajetreo de bajo riesgo me ayudó a obtener mucha claridad sobre mi negocio.
5.Asegúrate de gastar dinero en tu salud y felicidad
Me prometí a mí misma que no usaría a mi hija como excusa para dejar de hacer nada porque ella es un ser independiente a mí. Y cuando digo “independiente”, me refiero a cómo me ocupo de mis necesidades físicas y emocionales y las de ella.
Cuando planeé mi incapacidad por maternidad, supe que quería usar ese tiempo para trabajar con un entrenador personal. También sabía que quería ver a mis amigos, ir a obras de teatro y explorar la ciudad. Por eso creé un presupuesto para ello .
Una reflexión final
La incapacidad por maternidad se trata tanto de cuidar al nuevo bebé como de cuidar a la nueva mamá. Dado que nuestro país todavía está en el proceso de reconocer la importancia de la incapacidad por maternidad y crear opciones viables para que la conciliación familiar sea un hecho en el lugar de trabajo y fuera de él, continuaremos necesitando creatividad y estrategias para hacer posible una mejor calidad de vida para nuestras familias.